El bajón se ha debido fundamentalmente a la debilidad de su empresa de telefonía móvil Sony-Ericcson, así como a los gastos de reestructuración que sumaron 1.800 millones de coronas (190 millones de euros) y están incluidos en el balance.
El resultado operativo se redujo de 9.300 a 4.700 millones de coronas (983 a 497 millones de euros).
La facturación, en cambio, ha crecido de 47.600 hasta los 48.500 millones de coronas (5.033 hasta 5.128 millones de euros).
"En general los negocios presentan una evolución estable", dijo en un comunicado el presidente del grupo, Carl-Henric Svanberg, quien pese a ello espera que las actividades sigan siendo débiles a lo largo del año, básicamente por la fuerte competencia china.
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