Aceite de oliva

El Gobierno fija una producción muy alta para la retirada de aceite del mercado

Almazara de aceite de oliva

Almazara de aceite de oliva

Para el sector del aceite de oliva, el 167 es un número muy familiar que está presente en todas las conversaciones. Hace referencia a un artículo de la Organización Común de Mercados (OCM) que permite –antes no se podía– la retirada de producto del mercado para acomodar la oferta a la demanda y evitar oscilaciones bruscas de precios, y, especialmente, el bajón en las cotizaciones que se vivió en la pasada campaña, que el sector sigue sufriendo aún.

Pues bien, el proyecto de Real Decreto del Gobierno para aplicar este acuerdo en España establece que para que se active este mecanismo –que implicaría la retirada obligatoria de aceite de oliva por parte de cooperativas y almazaras– el aforo oficial –es decir, la estimación de producción– debe superar 1,65 millones de toneladas en el país, una cifra considerada irreal por Cooperaativas Agro-alimentarias de Andalucía, que celebró este miércoles en Mengíbar (Jaén) su consejo sectorial de aceite de oliva.

La cifra es tan alta, afirma Cooperativas, que la medida –que costean las propias cooperativas– no se hubiera podido llevar a cabo en la campaña pasada, con una producción inferior y tampoco en una campaña media de 1,30 millones de toneladas. Paradójicamente, continúa, sí que se aplicó el almacenamiento privado por parte de la Comisión Europea, un mecanismo que sí está incentivado y que se pone en marcha cuando se baja de un umbral establecido de precios o hay una perturbación del mercado, que fue el caso de la campaña pasada.

Cooperativas Agro-alimentarias también rechaza que el Ministerio tenga la potestad de decidir en qué región o regiones de producción se aplicaría, así como a qué olivicultores y operadores. “No se trataría de una medida obligatoria para el conjunto del sector, de modo que se producirían agravios comparativos entre unos y otros”, afirma. Y Continúa con sus objeciones: “La federación se opone a regular los rendimientos de extracción de aceite y por hectárea, contrarios a los principios empresariales, tanto de productores como de cooperativas, unas medidas que serían difíciles de controlar pudiendo generar un mercado paralelo”.

Por último, recuerda que la receta de competitividad pasa por invertir en promoción y en comercialización, promover la concentración de la oferta y solucionar problemas como el de los aranceles de Estados Unidos, “donde el aceite español está siendo rotundamente desplazado”.

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