Economía

Unicaja abre con Jaén un proceso de fusión que será mucho más amplio

  • Las conversaciones con Cajasur no han resuelto todavía las cuestiones institucionales, aunque un tercio de su consejo podría forzar un pronunciamiento · Cajagranada, de momento, se mantiene al margen

En la línea de salida están ya Unicaja y la Caja de Jaén, cuyos presidentes anunciaron ayer un protocolo de fusión que se pondrá en marcha de inmediato. Pero en la llegada de este proceso habrá algún otro protagonista. El más probable es Cajasur, que no acaba de decidirse, a pesar del visto bueno del Vaticano y de las presiones del Banco de España para que se mueva. Granada está excluida de este movimiento, por el momento, pero no se descarta que pueda sumarse en el futuro. Ayer se inició un importante proceso de concentración de cajas andaluzas, empezando por la fusión entre la más grande y la más pequeña: Unicaja tiene 32 veces el volumen de activos de Caja Jaén.

Adelantando su integración, Jaén consigue una ventaja estratégica sobre los demás. En lo sucesivo, la eventual entrada de otros socios será saludada por los contrayentes de ayer. Fuentes de estas dos entidades financieras señalaban anoche que "esta operación no es excluyente ni alternativa a una fusión con cualquier otra caja andaluza, que sería complementaria y compatible". Algunas fuentes dan por cerrados ya los flecos de esta primera fusión. Jaén concentrará los negocios que considera estratégicos para su provincia, como el aceite de oliva y el metálico. También gestionará todas las oficinas de ambas entidades en las provincias de Jaén y Ciudad Real.

En el comunicado conjunto, ambas cajas destacan el objetivo de consolidar "el liderazgo del sistema financiero de nuestra Comunidad Autónoma, y una destacada presencia fuera de la misma". En la nota se subraya que la suma de ambas entidades correspondería un volumen de negocio aproximado superior a los 50.000 millones de euros, la resultante de sumar los recursos ajenos y la inversión crediticia, las dos principales partidas del activo y del pasivo.

Se mantendrán las obras sociales de las dos cajas y las marcas comerciales de cada una de ellas, al menos de momento. Las fusiones entre dos cajas son mucho más complicadas entre dos bancos o dos cooperativas. Hay acervos históricos, culturales, institucionales y territoriales difíciles de superar. La singularidad es muy superior en el caso de Córdoba, por el control que ejerce la Iglesia sobre Cajasur, a través de su representación en el 34% de su asamblea general.

Los contactos entre Unicaja y Cajasur han sido frecuentes en las últimas semanas, pero no se observan movimientos por los pasillos de esta entidad que apunten a un pronunciamiento de su consejo, aunque mañana miércoles hay una reunión de su ejecutiva a las 13:30. Algunos observadores que daban por descontado que ésta fusión se anunciaría antes de final de julio, no se atreven a ratificar ese pronóstico. Sin embargo, una parte del consejo de administración podría forzar una toma de posición. Estatutariamente, un tercio del consejo puede plantear esta cuestión, en la que ya están de acuerdo tanto el PSOE como el PP. Fuentes de este sector del consejo reconocen que el movimiento de ayer de Unicaja y Jaén "coloca la pelota en el tejado de Cajasur" y piensan que están perdiendo la oportunidad de posicionarse antes de que lleguen otros posibles socios.

El mantenimiento de las marcas locales y el paraguas de Unicaja como entidad de referencia es una posibilidad. Pero también se podría dar paso a alguna marca genérica nueva de las que están registradas por la Junta: Caja de Andalucía o Caja Andalucía. En especial, si tras una reflexión estratégica entrase Granada en esta operación, lo que convertiría a la entidad resultante en un peso pesado en el mapa nacional, con unos activos totales de 67.000 millones de euros.

La consejera de Economía de la Junta, Carmen Martínez Aguayo, se mostró ayer "contenta" con la fusión anunciada ayer a la CNMV por los presidentes de Unicaja y Caja de Jaén, Braulio Medel y José Antonio Arcos. Aguayo no escondió su deseo de que "se puedan sumar algunas otras entidades andaluzas". En la misma dirección, el presidente Griñán apuntó la semana pasada que sería importante que Andalucía cuente con una entidad financiera del tamaño que puedan tener Madrid o Cataluña. El final de ese proceso no se conoce, pero desde ayer ya tenemos en liza a los primeros participantes.

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