Inversión

Snap Fitness desembarcará este año en Andalucía con tres franquicias

  • La cadena de gimnasios abiertos las 24 horas y siete días por semana busca socios locales

Instalaciones de una de las franquicias de Snap Fitness.

Instalaciones de una de las franquicias de Snap Fitness. / M. G.

Snap Fitness desembarca en Andalucía. La cadena de gimnasios de proximidad de origen norteamericano se ha marcado como objetivo implantarse en la comunidad y abrir un mínimo de tres franquicias en lo que queda de año, “antes de 2019”, para lo que busca socios locales.

El desarrollo de su implantación en Andalucía forma parte de los planes de expansión de Snap Fitness, un proceso con el que quiere alcanzar los 100 centros abiertos en toda España en los próximos dos años.

La franquicia, que multiplicó por cuatro su cifra de negocio el año pasado, tras pasar de facturar 200.000 euros en 2016 a 800.000 euros en 2017, es la insignia de gimnasios que más creció proporcionalmente en España el pasado año, según señala la compañía.

Snap Fitness fue fundada en 2003 en Minnesota por Peter Taunton, cuenta con más de 2.500 locales en 27 países del mundo. En España inició su actividad en 2016, cuenta con doce locales en Cataluña y uno en Madrid y es propiedad de Albert Marco (20%), la family office Salomon1965 (40%), directivos de la consultora Dextra (20%) y un grupo de consultores financieros (20%).

Su modelo de negocio se basa en la apertura de los centros durante las 24 horas del día los siete días de la semana, y en que los clientes, que también tienen acceso a los centros Snap Fitness situados en otras ciudades del mundo, cuentan con una llave magnética para acceder al gimnasio a cualquier hora del día o de la noche.

El director de la franquicia, Albert Marco, concibe el negocio “como una fórmula premium, asequible y lujosa, dado que Snap Fitness se sitúa en el precio medio del mercado gracias a un menor espacio ocupado y la ausencia de servicios infrautilizados”.

Los establecimientos cuentan con personal cualificado, que en hora punta llega como mínimo un técnico titulado por cada diez usuarios. “Construimos a pie de calle, cerca de los domicilios o puestos de trabajo de nuestros clientes, y ofrecemos una actividad claramente experiencial”, añade Marco. Aunque el diseño está pautado, la versión española de Snap Fitness ha sido reconocida a nivel mundial como Mejor Franquicia en el año 2017.

Los locales deben disponer de un mínimo de 450 metros cuadrados y estar ubicados en zonas de alta densidad de población. Requieren una inversión de hasta 600.000 euros, amortizable en dos años, la mitad de los cuales se destina a la adecuación del local y 150.000 deben aportarse en recursos propios. El canon de la franquicia está incluido en esta inversión inicial y es de 29.900 euros, el royalty mensual es de 500 euros más 350 euros de publicidad y la duración del contrato es de cinco años, ampliable a otros cinco más. Las máquinas, de última generación, son financiadas por los proveedores y, además, la empresa ofrece formación continuada a sus franquiciados a través de Snap University.

La compañía sostiene que “se trata de un modelo de negocio global de alta rentabilidad contrastada en los mercados más competitivos y maduros del mundo”.

Según el informe European Health & Fitness Market Report 2018, el sector del fitness en España es uno de los que más creció en 2017, tanto en término de negocio (las cadenas de gimnasios facturaron 2.235 millones, un 2,9% más que el año anterior) como de número de abonados (5.060.000 usuarios) y ticket medio (39,4 euros). A finales de 2017, un total de 5,2 millones de españoles –uno de cada diez– estaban inscritos a un gimnasio, con una tasa de penetración del 11,2%.

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