El consejero de Turismo y Comercio de la Junta, Rafael Rodríguez, respondió ayer a las críticas del PP al destacar que el decreto-ley para la protección de los espacios no urbanizados del litoral de Andalucía "no va a obstaculizar nada que no sea adecuado con el planeamiento vigente en la comunidad, sólo a los especuladores". Por ello, instó al PP que, en lugar de plantearse recurrir al Tribunal Constitucional, "se preocupe de que sus ayuntamientos adecuen sus planes a las normas urbanísticas andaluzas", que es lo que en un ejercicio de "irresponsabilidad" no han hecho.

El consejero hizo estas declaraciones durante la inauguración del Museo Alborania-Aula del Mar, en donde defendió que "los que apuesten por el turismo como industria a medio y largo plazo verán en este decreto un aliado fundamental para mantener su negocio y su competitividad y para ganar cuotas de mercado".

"Quien quiera desarrollar proyectos urbanísticos sostenibles y que se adecuen al Plan de Ordenación Territorial de Andalucía (POTA) y a la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) no tendrá problemas, sólo los tendrán los que piensen en el corto plazo y en obtener los máximos beneficios con el menor esfuerzo y riesgo posible, es decir, los especuladores", manifestó Rodríguez en respuesta a las críticas del PP-A acerca de que el decreto-ley es una "agresión" a la autonomía municipal.

Rodríguez insistió en que el desarrollo turístico de Andalucía "nunca podrá pasar por llenar las costas de cemento y de hormigón", ni la comunidad se hará competitiva destruyendo "los pocos espacios libres que quedan en el litoral".

"Planificar adecuadamente el litoral es un elemento fundamental para generar riqueza y puestos de trabajo en Andalucía, para consolidar nuestro desarrollo turístico y nuestro proyecto turístico, que no puede ir de la mano de la especulación, del uso abusivo del territorio y de llenar de cemento y hormigón todo el espacio libre", advirtió.

Al respecto, el titular andaluz de Turismo y Comercio se mostró contundente y precisó que tales estrategias "son las que nos han conducido a la ruina y a las dificultades económicas actuales y a que parte de los destinos turísticos de España pierdan competitividad y perspectiva de futuro".