jornada informativa

Latinoamérica llama al inversor español

  • Garrigues reúne en Sevilla a sus socios en Chile, Colombia, México y Perú para explicar a los empresarios andaluces la situación económica de sus países y las oportunidades que ofrecen

Doing Business in Latam.Ese es el título elegido por Garrigues para unas jornadas que han recorrido España y con las que se trata de informar al inversor español de las oportunidades en Latinoamérica, donde la firma de abogados cuenta ya con 150 profesionales. En Sevilla estuvieron los socios de la compañía en Bogotá, Lima, México y Santiago de Chile, y todos repasaron la situación económica y política de sus respectivos países, los sectores con más proyección y la seguridad jurídica. Sobre esto último, todos los ponentes coincidieron en que los sistemas legales pueden ser favorables, pero es preferible el arbitraje -sobre todo en operaciones complejas- porque los sistemas judiciales son lentos y en algunos niveles impredecibles. También estuvieron de acuerdo en la posición privilegiada de España, beneficiada por tener acuerdos sobre la doble imposición con estos países.

Óscar Ferrari, de Garrigues Chile, recordó que Chile ha pasado en unos años de un PIB per cápita de 2.600 dólares a 25.000, "al nivel de Grecia o Polonia, y no lejos de Portugal". Pero en los últimos años, desde 2014, el crecimiento se ha desacelerado por la caída del precio del cobre. Como consecuencia, la inversión extranjera ha caído un 20%, aunque no sólo por la minería sino, a juicio de Ferrari, por las reformas del Gobierno, tendentes a elevar los impuestos "a los que más tienen" para financiar la gratuidad de la Universidad. Se espera que las elecciones de noviembre las gane el centro-derecha, que prevé reducir algo la presión impositiva y relanzar las concesiones de infraestructuras. La Bolsa del país, de hecho, se ha relanzado un 40% y un altísimo porcentaje es atribuible a la previsión electoral, según Ferrari.

Colombia también se enfrenta a un proceso electoral en 2018, marcado por el polarizado debate en torno al proceso de paz. Mientras, sufre el golpe del bajo precio del petróleo y las comodities, aunque según Felipe Quintero, socio de Garrigues en el país, ofrece muchas oportunidades. "Se ha multiplicado por tres la inversión en infraestructuras en los últimos tres años, con proyectos como el metro de Bogotá", afirma, y añade que en turismo el crecimiento anual de la inversión es del 60%. Además, una carencia puede ser una oportunidad. "En el petróleo, hay un alto riesgo de pérdida de autosuficiencia si no se hacen grandes hallazgos y la prioridad es hacer inversiones en exploración".

Hay un handicap: el largo proceso electoral, que comienza en noviembre y acaba en agosto con la toma de posesión del nuevo presidente, puede frenar el impulso de las infraestructuras.

México lleva tiempo con crecimiento sostenido y es la 15 economía mundial por tamaño. Gerardo Lemus, socio de Garrigues en el país, afirma que la coyuntura económica está marcada por la negociación del acuerdo de libre comercio con EEUU y Canadá. "EEUU mantiene posturas que difícilmente podemos conceder, pero muchos pensamos que si Trump se quisiera salir del acuerdo ya lo habría hecho. Es una postura negociadora". Calma, pues, sobre todo si la mayoría de las empresas se ha comprometido a permanecer y México contraataca renegociando sus convenios con la UE y otros países. El país, aparte de agroindustria, infraestructuras -como la ampliación del aeropuerto de Ciudad México-, y turismo, ofrece oportunidades en renovables -impulsadas mediante subastas- y en telecomunicaciones, ya que salvo en radio y televisión las firmas extranjeras pueden adquirir el 100% del capital.

Perú, por último, tiene a España como principal inversor y "está muy acostumbrado a relacionarse con sus inversores", afirma Thomas Thorndike, socio de Garrigues en el país. Económicamente lleva siendo más o menos estable desde 1999 y tiene en la minería (que llegó a ser el 48% del PIB y ahora es el 18%) y la agricultura sus principales activos. Thorndike afirma que Perú tiene un déficit en infraestructuras de 69.000 millones de dólares, sobre todo en conexiones de líneas eléctricas, aeropuertos regionales y en general todo tipo de concesiones, excepto centros penietenciarios. El socio de Garrigues afirma que ahora hay una oportunidad en este sentido para las firmas españolas por los problemas de corrupción de las constructoras brasileñas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios