DE CERCA | JOSÉ ANTONIO BAENA

“La gente no sabe la de gaditanos con talento que hay por ahí fuera”

  • Directivo nato. Tras ser director de banco a los 27 años, este madrileño con alma gaditana, director general de Gas2Move, ha trabajado en numerosos sectores

José Antonio Baena, durante la entrevista.

José Antonio Baena, durante la entrevista.

José Antonio Baena es directivo empresarial desde muy joven. Ahora es director general de Gas2Move, una empresa de reparto a domicilio con vehículos movidos por gas natural, establecida en Cádiz y participada por Enagás. Pero se puede decir que nació para directivo. Madrileño de 55 años, su padre lo hizo gaditano en los veraneos familiares en la playa Victoria. “Mi padre (mi familia es toda andaluza) siempre decía: si algún día me pierdo buscadme en Cádiz”, cuenta este directivo que empezó a serlo con 27 años en una sucursal del Banco Santander en Jerez. Ahora su vida vuelve a pasar por Cádiz.

–Fue usted un director de banco muy joven.

–Era aquella primera generación de directores jóvenes en el Santander, aquellas en las que llegaba la gente y preguntaba “¿el director no está?” y yo decía “el director soy yo”, jaja. Ahora es normal, pero entonces no. El Banco fue pionero en eso. Nos dio la oportunidad a cincuenta jóvenes universitarios en toda España de hacernos cargo de la renovación de ese estilo antiguo de la banca a otro estilo. Luego, continué en Unicaja, y ahí contacté con el mundo de las telecomunicaciones, de forma que acabé siendo director de la zona de Andalucía para ONO. Fui del equipo directivo que lanzó la operación de ONOen Cádiz, allá por el año 99. Siempre mi vinculación con Cádiz...

–Es como si hubiera nacido con ese espíritu de director.

–Sííí. Yo de pequeño, cuando me preguntaban qué quería ser, siempre decía que quería ser jefe, pero no por mandar sino por tener responsabilidad. Siempre me ha gustado tomar decisiones, tomar la responsabilidad. Y ahora aquí estoy de nuevo, de la mano de una empresa que se llama Gas2Move, una empresa de movilidad sostenible, repartimos paquetes a domicilio, todo con vehículos comerciales propulsados con gas natural, todos con etiqueta Eco. Tenemos 31 rutas de reparto en Cádiz, de las 155 que hay en España, así que ves la importancia que ha tomado esta provincia para nosotros. Damos empleo a 35 personas.

–¿Y por qué habrían de elegir las empresas vehículos a gas?

–Hay varios motivos. En primer lugar, nuestro principal accionista es Enagás, que tiene una fuerte concienciación con lanzar empresas nuevas y un especial interés en el uso del gas natural. Por eso todos nuestros vehículos tienen que ser verdes. Pero además, hay cada vez más restricciones a los vehículos a la hora de acceder a los centros, si no son ecológicos. La gente habla de C02, pero lo que contamina de verdad las ciudades son las partículas negras. El gas natural quita hasta el 95% de partículas negras.

–Pero es cierto que son más ecológicos los vehículos eléctricos.

–Claro, esos son los más ecológicos, con emisiones cero. Pero estamos en un mundo profesional, con furgonetas que están todo el día repartiendo, y ahora mismo no tienen autonomía. Estoy seguro de que dentro de unos años habrá vehículos eléctricos para trabajar que aguanten una jornada. Pero nosotros no podemos permitirnos el lujo de que no la aguanten. Cuando compras algo, lo quieres al día siguiente, con lo que el servicio debe comprometerse a no fallar. Compraremos algunos vehículos eléctricos en breve, pero ahora mismo tienen un problema de autonomía. Pero eso estará solucionado, en cinco o diez años, y entonces probablemente convivan a partes iguales los de gasoil, gasolina, a gas y eléctrico, y otras formas que están viniendo.

–¿Hay mucha diferencia entre ser directivo de banca, o de telecomunicaciones o de distribución entre los muchos campos que ha probado?

–Mi visión es que cuando lo que haces es gestionar de manera global el negocio hay más parecidos de lo que la gente se piensa. Es cierto que el cambio de un sector a otro exige un esfuerzo muy importante al principio. Los primeros meses son duros, hay que entender las claves del sector, escuchar mucho, no pensar que lo sabemos todo, algo común en los directivos. Hay que estar muy atentos a las diferencias de un sector a otro. Pero una vez aprendidas esas claves, de productos, de empleados... realmente la gestión de una compañía es la misma: tener un producto competitivo, a un precio que los usuarios te lo puedan comprar; si tus clientes son empresas, entender por qué compran las empresas, qué es lo que ncesitan, y tener una buena gestión de recursos humanos. Al final da practicamente lo mismo. Esa es mi idea.

–Siendo joven aún y habiendo tocado tantos campos...

–Bueno, tengo ya 55 años, jaja. Estoy en mi mejor momento, digo yo. Y dice mi mujer “ya quisieras tú”, jaja.

–Sí, es mejor no preguntar a las mujeres, jaja... Le quedan bastantes campos por tocar. ¿Le apetece alguno?

–En mi proyecto vital profesional nunca me he planteado el sector al que quiero ir. Siempre he analizado las oportunidades que me han llegado, y hay una clave que siempre he manejado: quiero estar a gusto con lo que hago. Es decir, yo quiero ser feliz. Los directivos dedicamos muchas horas a trabajar. Probablemente, si hubiera aquí un sueco, diría que más de la cuenta. Yyo siempre le digo a mi equipo “ya que vamos a estar aquí tantas horas, vamos a intentar pasárnoslo bien”. Eso es fundamental. Muchas veces he cambiado de sector porque la oportunidad ha llegado y a lo mejor me estaba aburriendo de lo que estaba haciendo. Pero no me hago planteamientos previos. Hay sectores que me atraen, otros que no. Concretamente este de la movilidad sostenible es apasionante. Estamos sufriendo una transformación en España, tremenda, por ecología, por teconología, por perfil de empresa, por incremento de la compra... Un dato, hace unos años en España se entregaban 150.000 paquetes diarios a domicilio. Hoy, se entregan dos millones y medio. Eso significa que el sector es más exigente, los plazos más urgentes...

–Ya que está en un campo con pretensión de sostenibilidad... ¿es de los que temen los efectos del cambio climático o de los que dicen que es un invento?

–No, el cambio climático existe. No estoy capacitado técnicamente para valorar lo que hay de exageración y realidad. Seguramente, algunos agoreros exageran la tragedia, pero la humanidad nos tenemos que convencer de que tenemos que trabajar en esa línea. Si no, nos vamos a cargar el planeta. Estamos convencidos de que esto será una pieza clave en los próximos lustros, por eso nuestro posicionamiento de sostenibilidad.

–A usted, medio gaditano, ¿qué le parece esa imagen de que Cádiz es buena para muchas cosas pero no para la industria?

–Cádiz es un paraíso en la tierra. Pero es mucho más que eso. Tengo una amistad de hace años con Javier Sánchez Rojas, pertenezco además a la organización La 11 Mil, invitado por Jesús de Sobrino. Yhace poco le dimos un premio a Ángel León. Y una de las cosas que se habló de que mucha gente no conoce el potencial que hay en cádiz. Hay mucho talento, empresarial, directivo... Lo que hay que hacer es conseguir un impulso para que las empresas y los directivos se queden aquí... No es fácil. Creo que hay que hacer un movimiento, que está en manos de los políticos, de creerse de verdad que aquí hay talento y capacidad para dirigir y crear empresas, fomentar la llegada de la empresas. Probablemente tendríamos que hablar incluso de asuntos fiscales, favorecer la fiscalidad, la contratación de personal de la zona... Así es como nacen los grandes núcleos de empresas. Cádiz lo tiene todo, aeropuertos cerca, la climatología... Falta el impulso político.

–¿El gaditano es menos emprendedor que otros?

–Yooo... creo que la gente no sabe la cantidad de gaditanos emprendedores y directivos que hay por España. Invitaría a muchos a que entraran en la página web de La 11 Mil, y que vieran los perfiles de las personas, los gaditanos que allí están, y más de uno se llevaría una sorpresa como la que me llevé yo.

–Sí, pero es verdad que están fuera

–Sí, es verdad, pero están deseando volver. Son gaditanos con altos puestos de responsabilidad, de alta dirección. Lo que necesitamos es voluntad para crear tejido empresarial en Cádiz, que aunque se escapa de mi campo, te digo que tiene mucho que ver con la fiscalidad y con la ayuda a las empresas.

–¿Hay algún sector en Cádiz que claramente tiene mejores perspectivas?

–Hombre, hay ya una base importante en todo lo relativo a la aeronáutica, al calor de las empresas subsidiarias de Airbus; también ha empresas tecnológicas como Carbures. Evidentemente, todo lo relacionado con el turismo y la modernización del mismo. Porque muchas veces cuando pensamos en turismo se piensa, caricaturizando, solamente en camareros. Pero hay un mundo tecnológico alrededor del turismo, de aplicaciones, de desarrollos informáticos específicos, que deberían estar cerca del cliente. Cádiz es un sitio idóneo para que esas empresas de desarrollo tecnológico estuvieran aquí. Lo veo como una clarísima oportunidad.

–¿Los empresarios cómo ven la actual situación política?

–Estamos en una encrucijada que me tiene preocupado como directivo y como persona, como español. Lo que más preocupado me tiene es la integridad de nuestra nación. Y lo que deseo es que los españoles votemos con sabiduría. No me importa tanto quien salga como que sigamos unidos por un proyecto común que nos permita seguir construyendo esta gran nación que es España. Estamos viviendo probablemente uno de los momentos más complicados de la reciente historia de España, y espero que nuestros políticos, todos ellos, tengan la suficiente altura de miras para mirar más allá de los ciclos electorales. y apostar por mirar a largo plazo.

–¿Las relaciones con los politicos son buenas?

–Son buenas. He tratado con políticos de diferente signo, tengo amigos en diferentes formaciones y me gustaría romper una lanza por ellos. Ahora mismo están denostados, pero yo los admiro mucho. Creo que para serlo hay que tener primero una vocación de servicio público (soy un idealista). Les admiro. Es un sector que, pese a lo que se pueda decir, está mal pagado. Cualquier profesional competente en la vida privada gana mucho más. Lo que hay que hacer es ayudarles, castigar al que se equivoca, pero no todos son lo mismo.

–¿Qué deberían aprender los políticos de los empresarios?

–Deberían estar más cerca de la realidad. Uno de sus grandes problemas es que están lejos de la realidad. Yo creo que es muy importante haber tenido que pagar nóminas, haber tenido que cuadrar un balance, haber tenido que vender...

–Y que buscarse la vida...

–Eso es. Admiro mucho al político, por esa vocación, y sin embargo el problema que tiene España ahora es que hay demasiado político profesional. Es decir, que su carrera profesional nace en la política y muere en la política, y ni siquiera en la política: en el partido. Yo soy un gran apasionado de la historia, y de la historia de España, cuando leo libros de los políticos que pilotaron la transición, echo de menos esos perfiles. Eran gigantes.

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