Economía

Javier Targhetta: "La agilización de los trámites es un clamor de las empresas mineras"

  • El comisario del Mining and Minerasl Hall urge a la Junta a acelerar los expedientes de proyectos abiertos

  • El salón ha doblado el número de congresistas, lo que refleja el crecimiento andaluz, con nuevos proyectos y un tejido auxiliar en efervescencia

  • Sevilla, escaparate mundial de la minería

Javier Targheta, a la izquierda, en una fotografía con el consejero Juan Bravo, tercero por la izquierda

Javier Targheta, a la izquierda, en una fotografía con el consejero Juan Bravo, tercero por la izquierda / Juan Carlos Vázquez

“Estamos asombrados. Hemos superado todas las expectativas”. Así se manifiesta Javier Targhetta, comisario del tercer salón Mining and Minerals Hall y consejero delegado de Atlantic Copper en el segundo día de un salón que bullía ayer de asistentes. 150 expositores, algunos de ellos líderes mundiales, enseñaban su oferta en un certamen que ha pasado en sólo una edición de 350 a 800 congresistas. Y que recibirá a 12.000 visitantes, muy por encima de lo esperado.

Mucho debe tener que ver en ello la pujanza andaluza, con cinco grandes minas en explotación –Las Cruces, Aguas Teñidas, Riotinto, Sotiel y Magdalena–, más de 1.900 millones de facturación en 2018, 7.000 empleos directos y 40.000 indirectos, según un folleto en inglés para inversores distribuido en el expositor de la Junta de Andalucía.

Expositor de Matsa, uno de los más visibles del salón Expositor de Matsa, uno de los más visibles del salón

Expositor de Matsa, uno de los más visibles del salón / Juan Carlos Vázquez

Las empresas radicadas aquí exhiben músculo y sus stands son de los que más lucen. Todas tienen proyectos en marcha -algunos suponen un giro de 180 grados en su trayectoria- y, si hay algún pero, es el de la tramitación de proyectos. Lo señala el propio Targhetta: en el sector hay preocupación por los retrasos de los expedientes abiertos, entre ellos los dos procesos para la apertura de minas: el de Aznalcollar, liderado por Minera los Frailes; y el de Tharsis Mining, que prevé reabrir Tharsis, La Zarza y San Telmo. “Creo que el consejero del ramo, Juan Bravo, es consciente y está decidido a agilizar los trámites; es un clamor por parte de las empresas”, dice Targhetta.

En el salón, mientras, las minas anzaluzas enseñan sus proyectos. Atalaya Mining, propietaria de Riotinto, se prepara para ampliar las reservas mineras y la capacidad de tratamiento, que permitirá pasar de las 40.000 toneladas de producción anuales a 55.000 y ampliar la vida de la mina siete años más, hasta 2032. Según explica su director de Comunicación, Jesús Caballos, ahora mismo la ampliación está en fase de pruebas tras cuatro años de trabajo y se prevé que esté plenamente operativa a principios de 2020. Mientras, “en paralelo estamos investigando nuevas zonas aledañas e incluso fuera del propio ámbito de Riotinto”.

Gran potencial de futuro

Entre los entrevistados, hay coincidencia en que hay capacidad en Andalucía para alargar la vida de las minas existentes y para activar nuevos yacimientos. “En la Faja Pirítica –que se extiende de Portugal a Sevilla– hay mucho potencial todavía”, explica Targhetta, quien recuerda que hace sólo 12 o 15 años no había ninguna explotación activa en la comunidad. Ahora hay cinco, y en poco tiempo “podemos pasar a ser un distrito de riqueza minera con todo tipo de desarrollos, científicos, de formación humana, de infraestructuras, de empresas auxiliares, etc.”, afirma.

La sevillana Cobre las Cruces –que se precia de producir el mejor cobre existe, con un 99,999 (tres nueves) de pureza– se prepara para su propia transformación, que alargará la vida de la mina 15 años más. La producción actual de cobre se agota (en teoría) a final del año que viene. Y la empresa lanza para sustituirlo el proyecto PMR, un yacimiento esta vez subterráneo (el actual es a cielo abierto) que permitirá la extracción y procesado de cuatro minerales: cobre, zinc, plata y plomo. Ramón Naranjo, director de Relaciones Institucionales, afirma que la empresa, desde Andalucía y con investigadores andaluces, “ha encontrado una solución tecnológica para separar estos minerales; hasta ahora no había manera de hacerlo de forma rentable”. Se espera que el proyecto tenga todos los permisos en el tercer trimestre de 2020, tras iniciarse la tramitación en octubre de 2018.

Matsa –propietaria de Minas de Aguas Teñidas, Sotiel y Magdalena– exhibe por su lado sus avances en seguridad e innovación. Jaime Macías, mexicano, lleva tres meses como responsable del ramo. Y cuenta que la inversión en los últimos años ha sido tal que en los índices reconocidos de seguridad laboral (Ltifr y Trifr) Matsa ha pasado de estar en tres en 2016 a 0,80 (una empresa en guarismos “muy buenos” suele estar por debajo de uno). En innovación, ha conseguido “operar desde una salita con aire acondicionado equipos a 600 metros de profundidad. Es algo muy nuevo, muy costoso y muy difícil de implementar”, afirma Macías.

Los números de las tres empresas apabullan. Atalaya facturó 177 millones en 2018 y tiene a 425 personas en plantilla. Matsa llegó a los 513 en 2017 y tiene 700 empleos directos. Y Cobre las Cruces movió un volumen de negocio de 398 millones con 1.500 empleos entre directos en indirectos. La contratación a partir de subcontratas, precisamente, ha generado un importante tejido empresarial en la región.

La pujante industria auxiliar

La Agencia de Promoción Exterior (Extenda) citaba ayer algunas que han ido al salón a captar negocio exterior: AT Clave, ALS, Procisa, AGQ Mining, Azcatec, IDP Ingenia, Cubicoff, Rodamientos Bulnes, Ditecsa y Abengoa Agua, Cauchos San Diego, IPH, Alfalite, Angel Helmet y Oinse, Codimar, Genaq, Keyter, Aplitop y Articlima.

Un ejemplo enorme éxito es Insersa,una empresa con sede en Minas de Riotinto, que facturaba 22 millones de euros en 2012 y que en 2018 cosechó una cifra de negocio de 150, con un crecimiento del 15%. Es la perfecta empresa auxiliar, ya que cubre casi todos los trabajos del proceso minero. Según explica Francisco Javier de Aspe, su consejero delegado, Insersa empezó con sondeos de investigación, pero conforme el sector avanzaba también incorporó a su oferta la perforación, las voladuras e incluso la extracción del mineral y el transporte. Es decir, todos los pasos hasta la planta de procesamiento. Muy focalizada, en el apartado de la minería metálica, en Andalucía, la empresa se ha convertido “en el primer operador nacional”. Además, cuenta con una filial, Sodira, que posee 16 canteras de áridos, y ha entrado en el negocio inmobiliario en Costa del Sol, Sevilla, Huelva y otras zonas de España. Tiene, entre Insersa y Sodira, 950 trabajadores en plantilla. De Aspe se muestra muy optimista sobre el futuro: “Hay nuevos proyectos con muchísimo potencial, tanto en las reservas conocidas como en las que están por descubrir”, dice.

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