El consorcio gasístico ruso Gazprom suspendió el suministro de gas a Ucrania en un nuevo episodio de la guerra del gas, pero aumentó el bombeo con destino a los países europeos.

"Desde las 10:00 (08:00 en España) el suministro de gas a los consumidores ucranianos fue reducido en 110 millones de metros cúbicos diarios, es decir, en un 100 por cien", anunció Serguéi Kupriánov, portavoz de Gazprom, en una rueda de prensa.

El corte fue confirmado en Kiev por la compañía estatal ucraniana Naftogaz, que adelantó que recurrirá a sus reservas de gas para satisfacer las necesidades de los ciudadanos durante el crudo invierno. Al mismo tiempo, Kupriánov señaló que Gazprom había aumentado "en 20 millones de metros cúbicos, hasta los 326 millones, el gas que transita por territorio ucraniano" con destino a Europa Occidental.

En previsión de posibles cortes como los ocurridos durante la anterior crisis en 2006, el consorcio ruso también incrementó en un 25 por ciento el suministro de gas con destino a los países europeos a través de Bielorrusia.

Por Ucrania pasa el 80 por ciento del gas natural que Gazprom vende a Europa, mientras el resto transita por suelo bielorruso. Gazprom teme que los ucranianos sustraigan ilegalmente el carburante ruso que transita por su red de gasoductos, lo que afectaría a los suministros a Europa, para satisfacer sus propias necesidades.

Las negociaciones entre Gazprom y Naftogaz para la firma de los nuevos contratos de suministro para 2009 concluyeron poco antes de la pasada medianoche sin resultados, tras lo que el consorcio ruso adelantó que cerraría hoy la llave del gas a su país vecino.

Naftogaz rechazó anoche la oferta de Gazprom de comprar el gas en 2009 a un precio de 250 dólares por mil metros cúbicos, manteniendo la tarifa de tránsito vigente de 1,7 dólares por el transporte de cada mil metros cúbicos a una distancia de cien kilómetros.

Además, Moscú amenazó con subir el precio del gas para Ucrania desde los actuales 179,5 dólares hasta los 418 dólares si Kiev no saldaba la totalidad de su deuda y no se firmaban los nuevos contratos.

La Presidencia ucraniana calificó de "excesivo" el nuevo precio y propuso que se compensara con el aumento de la tarifa de tránsito del carburante ruso a Europa por encima de los 2 dólares.

Desde Moscú, el primer ministro ruso, Vladímir Putin, replicó que el tránsito del gas ruso hacia Europa está refrendado por un contrato bilateral vigente hasta el 31 de diciembre de 2010 y que no es susceptible a modificaciones.

Al respecto, la secretaría de la Presidencia ucraniana informó que Kiev presentó anoche una contra-oferta -201 dólares por cada mil metros cúbicos-, pero Kupriánov señaló que ésta había llegado cuando los representantes de Naftogaz ya habían abandonado Moscú. En cualquier caso, Kupriánov subrayó que la compañía rusa está dispuesta a "reanudar las negociaciones" y "firmar en cualquier momento un nuevo contrato" con su contra-parte ucraniana.

Por su parte, el portavoz de Naftogaz, Valentín Zemliánski, aseguró que su compañía "garantiza el tránsito ininterrumpido del gas ruso a Europa, pese al corte del suministro por parte de Gazprom".

Según fuentes diplomáticas ucranianas citadas por la agencia Interfax-Ucrania, Kiev ha pedido a la Unión Europea (UE) que medie en su disputa con Gazprom. El presidente ucraniano, Víctor Yúschenko, habría enviado una carta al respecto al jefe de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. La cancillería ucraniana ha informado a Moscú de su iniciativa con el fin de coordinar la posible participación de la UE en las negociaciones para el arreglo de la crisis.

Putin también se comunicó anoche con Durao Barroso para avisarle sobre la nueva guerra del gas con Ucrania y los supuestos planes de Naftogaz de confiscar el carburante ruso con destino a Europa Occidental. Gazprom también acusa a Naftogaz de no pagar las multas por morosidad que ascienden a casi 500 millones de dólares debido a los retrasos en el pago por el gas consumido durante noviembre y diciembre.

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, denunció anoche que la nueva crisis de gas es fruto de "luchas entre los clanes" que gobiernan en Ucrania, en alusión a la rivalidad entre Yúschenko, y la primera ministra, Yulia Timoshenko. No obstante, ambos dirigentes ucranianos emitieron una declaración conjunta en la que se asegura que "Ucrania y Rusia son y seguirán siendo socios estratégicos en muchas esferas, particularmente, la energética".