Feragua teme que el traspaso del Guadalquivir empeore su gestión
La nueva presidenta de la asociación llama a la unidad de todos los regantes
Feragua inicia una nueva etapa bajo la presidencia de Margarita Bustamante, la primera mujer que toma las riendas de una asociación de regantes en España. Su primer y principal reto, según aseguró ayer durante un encuentro con la prensa en Sevilla, es la transferencia de la gestión del Guadalquivir a la Junta de Andalucía, que será efectivo a partir del próximo 1 de enero.
Ante ello, Bustamante fue tajante: "Tememos que va a empeorar la gestión del río tras el traspaso de competencias, como ya ha ocurrido con las cuencas intracomunitarias", en referencia a la Cuenca Mediterránea Andaluza y a la Atlántica Andaluza. "Nos preocupa la cualificación profesional del personal que asuma su gestión", añadió. Tanto Bustamante como el secretario general de Feragua, Pedro Parias, pusieron ejemplos de descoordinación y descontrol en esas dos cuencas que ya gestiona la Agencia Andaluza del Agua (AAA).
Ésa fue la de cal. La de arena, según Bustamante, es el "voto de confianza" que personalmente depositó en Jaime Palop, director gerente de la AAA, con el que se reúne hoy. "Sé que es una persona de mucha valía, muy inteligente y le voy a trasladar nuestro deseo de tener voz y voto en todos los organismos de gestión, nuestra petición de que se mantenga la unidad de cuenca y de que se eliminen los delegados provinciales".
En definitiva, "que siga funcionando bien lo que ya lo hace dentro de la actual Confederación Hidrográfica del Guadalquivir". Con respecto a la unidad de cuenca -gestión de todos los recursos hídricos bajo objetivos comunes a toda la cuenca-, puso como ejemplo de posible conflicto provincial la demanda de agua por parte de los olivareros de Jaén (en la cabecera de la cuenca) frente a las necesidades de los arroceros del bajo Guadalquivir (en la desembocadura). Todo ello en una cuenca cerrada a nuevas concesiones de regadío -cuenta ya con 900.000 hectáreas en este régimen-.
Feragua, creada en 1994, agrupa a agricultores que suman 300.000 hectáreas de regadío, frente a las 125.000 de Areda, la otra asociación de regantes nacida al amparo de la Junta de Andalucía. Bustamante tuvo palabras conciliadoras hacia esta nueva asociación y llamó a la unidad de ambas ante el reto del traspaso del Guadalquivir. "Tenemos intereses comunes y hay temas que nos unen, pese a que su tutela por parte de la Junta puede dificultar esas conversaciones", señaló.
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