Economía

Draghi confía en que habrá un acuerdo sobre el supervisor bancario único en la eurozona

  • El presidente del BCE considera que la emisión de eurobonos "será realista" cuando se "restablezca la confianza" en la zona del euro.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, mostró su confianza en que los líderes europeos alcancen un acuerdo la próxima semana sobre el supervisor bancario único para la zona del euro y dijo que las discrepancias entre países son normales. "No tengo unas expectativas tan bajas, tengo confianza", añadió, en que los veintisiete países de la Unión Europea alcancen un consenso sobre las bases legales necesarias para ir desarrollando el supervisor bancario a partir del 1 de enero, tarea que asumirá el propio BCE.

Los Estados miembros tendrán que superar esas diferencias, que el pasado martes impidieron a los ministros de Finanzas (Ecofin) alcanzar un acuerdo al respecto, en la cumbre comunitaria de la próxima semana. Draghi recalcó el consenso y la voluntad que existe entre los países respecto a la necesidad de contar con un supervisor bancario único. "Confío en que logremos un acuerdo, los beneficios de tener un supervisor bancario único no se discuten", insistió Draghi, quien indicó que las diferencias entre los países son "una parte normal de las discusiones".

Una de las mayores dificultades es el enfrentamiento entre la Comisión Europea (CE), Francia y España, entre otros, que defienden que el supervisor abarque todos los bancos de la eurozona, y Alemania, que pretende dejar a sus cajas regionales fuera del control de Fráncfort. A este respecto, Draghi señaló que sería deseable que Fráncfort supervisara todos los bancos de la eurozona, pero opinó que en la práctica "no habrá mucha diferencia entre una posición y la otra". "Es bastante obvio que el BCE no será capaz de supervisar los 6.000 entidades" que hay en los diecisiete países de la eurozona, agregó.

Resaltó que "en la práctica es obvio que, según descienda el tamaño de un banco y su importancia para el sistema, también decrecerá la intensidad de la supervisión del BCE y aumentará la de la autoridad nacional". Hay que "entender que el BCE no es un legislador, es un sujeto pasivo hasta cierto punto", declaró Draghi, quien instó a los Veintisiete a adoptar la base legal necesaria para poner en marcha el mecanismo. "Es absolutamente esencial tener la base legal para continuar haciendo el trabajo, que es construir el mecanismo. De otro modo, nuestra preparación se ralentizará", afirmó.

El presidente del BCE defendió que se establezca una separación clara entre las tareas monetarias de Fráncfort y las nuevas labores de supervisión, para no poner en riesgo la credibilidad de la institución. Draghi advirtió de la importancia de que se definan con claridad los activos heredados, es decir, si se aplicará retroactividad una vez que se ponga en marcha la recapitalización directa de la banca, que podría beneficiar a España.

En cuanto al calendario propuesto a los líderes comunitarios por el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, para el desarrollo de la unión bancaria, económica, política y presupuestaria, Draghi declinó hacer comentarios, ya que "aún puede ser modificado" durante las negociaciones. Con respecto a que el informe no hace mención a los eurobonos, el presidente del BCE consideró que "será realista" la emisión de estos títulos de deuda común cuando se "restablezca la confianza" en la zona del euro. Draghi puntualizó que los eurobonos suponen una "mutualización de los riesgos" y que no tiene sentido crearlos antes de que se recupere la confianza.

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