El Commerzbank ha anunciado un acuerdo para adquirir al gigante asegurador Allianz el también alemán Dresdner Bank, su principal competidor, por 9.800 millones de euros. El pacto supone además un recorte de plantilla de 9.000 empleados, uno de cada siete trabajadores. El resultado será una entidad financiera que podrá competir 'de tú a tú' con el principal banco alemán, el Deutsche Bank. Además, Allianz se convierte en el mayor accionista de Commerzbank con una participación del 30%.

Tras meses de especulaciones en las que también se vio implicado el Santander, el líder europeo de los seguros, la alemana Allianz, ha aceptado vender al Commerzbank su filial bancaria Dresdner Bank por valor de 9.800 millones de euros. Una cifra mucho menor que los 24.000 millones que pagó la aseguradora alemana por la entidad en 2001.

La transacción, confirmada por los Consejos de Vigilancia de Commerzbank y de la hasta ahora dueña de Dresdner Bank, la aseguradora Allianz, se realizará en dos etapas, una compra del 60% este año y el resto a finales de 2009.

El resultado será una entidad financiera que podrá competir con el principal banco alemán, el Deutsche Bank. Esta transacción supone un gran paso en la consolidación del sector bancario alemán, muy fragmentado y con los márgenes de beneficio más bajos de Europa.

La mayor parte del importe de la compra se costeará en pago en acciones a Allianz, la mayor aseguradora europea, que pasará a controlar casi el 30% del capital del nuevo banco. Allianz pagó 24.000 millones por el Dresdner Bank en 2001. 

El plan de reajuste prevé cerrar más de un tercio de las 1.900 sucursales con las que cuentan ambas entidades y recortará las inversiones en Dresdner Kleinwort. Ambos bancos cuentan con unas plantillas que suman unos 63.000 empleados, aunque la operación supondrá la supresión de unos 9.000 puestos de trabajo.

Está previsto que 2.500 de los 9.000 empleos que se perderán sean recortados fuera de Alemania, principalmente en la filian de Dresdner Kleinwort en Londres. La mayor parte de la reducción de personal afectará a las áreas de producción, control, 'back office' y banca de inversión.