Ser ama de casa ha sido siempre el eterno trabajo no reconocido y no remunerado, pero todo aquel que lo ha desempeñado, aunque sea por unos meses en los que la necesidad le ha empujado a ello, ha podido percatarse de que, prolongado en el tiempo, es como una carrera, una profesión para la cual hay que formarse y aprender, por devoción, pasión u obligación.

Después de varias décadas en la que los roles venían caso marcados desde la cuna y no se valoraba lo suficiente el papel de la ama de casa, la sociedad empieza a ser consciente del esfuerzo que implica ejercer dicho función y comienza a reconocerse. También desde el punto de vista laboral y las ayudas que ofrece el Estado a través del SEP.

Muchas mujeres y muchos hombres toman hoy día la decisión de hacerse cargo del hogar y ser auténticas amas de casa, basándose en sus necesidades vitales y el equilibrio familiar, aunque no son reconocidos como auténticos trabajadores.

No es sólo cuestión de cocinar, limpiar o comprar (que también), sino de conocer al detalle todo lo relacionado con la casa familiar y ser el eje que lo vértebra todo. Termina siendo una gestión completa del hogar y un aprendizaje multidisciplinar, que el SEPE valora con ciertas ayudas económicas siempre que tengan más de 45 años y cumplas algunos otros requisitos.

Ayudas económicas para las amas de casa

Viñeta sobre las labores de una ama de casa

Existen hasta seis ayudas económicas a las que las amas de casa pueden tener acceso siempre que tengan más de 45 años, de las cuales tres de ellas parten por iniciativa del SEPE:

• Está la Renta Activa de Inserción (RAI), dirigida a personas mayores de 45 años que no tengan ingresos ni cobren una prestación del SEPE o un subsidio de desempleo. Además de la aportación económica, esta ayuda cuenta con un programa específico de inserción o formación con el fin de facilitar la inserción al mercado laboral. Esta prestación es el 80% del IPREM (indicador público de renta de efectos múltiples), lo que se traduce en una cuantía de 451,78 euros durante 11 meses como máximo.
• Ayuda para mayores de 52 años, que está orientada a quienes tienen al menos seis años cotizados y se comprometan a buscar empleo. Se cobra 451 euros al mes hasta la edad de jubilación mientras busque trabajo siempre y cuando cumpla los siguientes requisitos: 15 años a lo largo de su vida laboral; 2 años cotizados dentro de los últimos 15 años en el momento de la solicitud; dentro de los años cotizados para la jubilación, seis años deben entrar en las cotizaciones por desempleo del régimen general.
• Las Rentas de Inserción de las comunidades autónomas. Esta ayuda la concede cada CCAA, que tiene su propia Renta de Inserción con el fin de acabar con la pobreza y la exclusión social. No están sujetas a cotizaciones previas, si no a ciertos requisitos de renta. Además, variará en base a los miembros de la unidad de convivencia y cual sea su situación económica y social.

Además de estas ayudas del SEPE también se han instaurado otras ayudas directas de la Seguridad Social como la Pensión de jubilación no contributiva, para la cual se requiere haber residido al menos 10 años en España y tener ingresos anuales inferiores a 5.108 euros, y el Ingreso Mínimo Vital (IMV), medida social estrella del actual Gobierno, a la que se pueden acoger amos de casa de entre 23 y 65 años, recibiendo hasta una cantidad de 5.639,20 euros al año.