Economía

Abengoa formula con un año de retraso sus cuentas de 2019

Planta termosolar de Solúcar, construida por Abengoa en Salúcar la Mayor, en la provincia de Sevilla.

Planta termosolar de Solúcar, construida por Abengoa en Salúcar la Mayor, en la provincia de Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

El consejo de administración de Abengoa , presidido por Juan Pablo Lópéz-Bravo e integrado también por Margarida de la Riva Smith, ha procedido a formular las cuentas anuales del grupo correspondientes a 2019, con un año de retraso, si bien no prevé publicarlas hasta recibir los informes del auditor.

Así lo anunció la multinacional andaluza fundada en 1941 en una información relevante remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En esta comunicación, Abengoa informa que el órgano de gobierno de la cotizada "en su sesión celebrada el día 10 de febrero, y con la finalidad de dar cumplimiento a las exigencias legales aplicables a las sociedades mercantiles, procedió a la formulación de las cuentas anuales, individuales y consolidadas, de la sociedad correspondientes al ejercicio cerrado a 31 de diciembre de 2019", aunque advierte que éstas están pendientes de que se reciban "los informes correspondientes del auditor de cuentas".

Este diario avanzó la semana pasada que el anterior consejo de administración, presidido por Gonzalo Urquijo, paralizó la auditoría de cuentas de 2019, al no enviar la cuentas formuladas al auditor, PwC España.

El consejo actual de Abengoa informó asimismo de que procederá a publicar esas cuentas "una vez se reciban los informes del auditor", así como que, cumplido ese trámite, "de forma inmediata" convocará la junta general ordinaria de accionistas para que sean sometidas a su aprobación, con lo que resolvería otro de los incumplimientos que tiene pendientes.

Aunque las cuentas de Abengoa en 2019 no están ni formuladas ni auditadas, la dirección de la compañía cuando la presidía Gonzalo Urquijo sí comunicó al regulador bursátil el resultado del ejercicio, declarando unas pérdidas de 517 millones de euros y anunciando que la matriz del grupo se encontraba en causa de disolución por estar en situación de patrimonio negativo de 388 millones y anunciaba que iba a intentar un nuevo rescate financiero, aún no ejecutado. Pero este anuncio no lo hizo hasta el 19 de mayo de 2020, cuando había obligación de hacerlo antes del fin de febrero.

En marzo del año pasado, Abengoa justificó el retraso en la presentación de sus resultados correspondientes a 2019 en que no contaba con un informe de experto independiente para la valoración de su participación en Abenewco 2.

La situación de patrimonio neto negativo se produce porque el citado experto –que es KPMG, según desvelaría Urquijo en noviembre– valoró Abenewco 2 contabilizando como impagada la deuda total en el balance.

KPMG, como publicó este medio, en su informe de valoración nunca señaló ni recomendó que se situara a la matriz histórica del grupo en causa de disolución. Fue una decisión motu proprio del consejo de administración presidido por Urquijo.

Contradictoriamente, esa situación de situar al grupo al borde de la quiebra se producía además en un contexto de clara mejoría del negocio de Abengoa, que había elevado su Ebitda en 2019 a 300 millones de euros, un 60% superior al de 2018.

Además, al presentar los resultados a los inversores, Urquijo destacó el 20 de mayo que el Ebitda conseguido suponía estar un 183% por encima del objetivo del Plan de Viabilidad. No era una excepción. Se había conseguido el 100,3% del objetivo de ventas, y la reducción de costes estaba un 93% por encima del objetivo.

El consejo de Urquijo trató de solventar la situación creada con un nuevo rescate, bloqueado desde septiembre, que trata de romper el grupo, refinanciar sólo la filial operativa, y llevar a la quiebra a la matriz, vaciada de activos, pero no de deuda y pleitos. El consejo actual aún intenta ejecutarlo, tras asegurar que ha logrado que el contrato se extienda hasta el 19 de febrero.

El tiempo corre en contra del actual consejo de Abengoa, que ya tiene fecha de caducidad fija: el 4 de marzo. Juan Pablo López-Bravo y Maragarida de la Riva Smithforzados por los accionistas de la compañía, que los eligieron el 22 de diciembre sin saber que ese mismo día les traicionarían, convocaron  la junta general extraordinaria en la que se votará su reprobación y cese y la designación como consejeros de Clemente Fernández GonzálezJosé Alfonso Murat Moreno y José Antonio Martínez Sieso, para el 3 de marzo en primera convocatoria y para el día siguiente en segunda.

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