Si Rafa Berges pudiera escribir una hipotética carta a los Reyes Magos de cara al mercado invernal lo tendría muy claro. "Si no se nos exigiera tanto pediría un campo de entrenamiento y un gimnasio", dijo en la Cadena Ser, en una indisimulada crítica a las pésimas condiciones en las que habitualmente tiene que entrenarse el equipo. La necesidad de reservar el césped de El Arcángel obliga al equipo a trabajar en los campos de la Ciudad Deportiva, cuyo estado es incluso peligroso para los futbolistas. Por eso no es extraño que el entrenador, incluso por encima de posibles refuerzos, pensara en la mejora de sus condiciones de trabajo.

Porque Berges no quiso entrar en la necesidad de reforzar el equipo en enero, "porque eso depende del dinero y yo no soy la persona adecuada en el club para hablar de eso". En todo caso, el técnico sí señaló que la respuesta -la opción de que el club fiche a un delantero lleva semanas sobre la mesa- está condicionada por el nivel de exigencia que rodea al equipo.

"Se nos exige muchísimo", volvió a insistir, antes de asegurar que "soy claro, voy de cara y no me escondo". Tanto es así que Berges comentó que "creo que es raro encontrar en el mundo del fútbol a alguien que salga a una rueda de prensa y diga: "oiga, que el que la ha cagado he sido yo", como hizo el domingo tras el empate ante el Sporting.