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¿Se siente preparada Rusia?

  • La cuenta atrás, en marcha a falta de 100 días para el inicio del Mundial

La cuenta atrás ya está en marcha. Hoy quedarán 100 días para que el balón comience a rodar en el Mundial de Rusia. El país anfitrión se siente preparado y la FIFA está satisfecha de que todo marche según lo previsto. Sin embargo, todavía hay algunas páginas oscuras, como el dopaje, el fenómeno ultra y la corrupción.

Sobre si está preparado o no el país para acoger un evento de tal dimensión, la Copa Confederaciones de 2017 fue un éxito organizativo, un ensayo general. Los principales responsables están tranquilos. "Estoy convencido de que no habrá ningún problema", aseguró recientemente el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.

Hay dudas con los estadios. Los organizadores rusos tuvieron que justificar a finales de 2017 retrasos en la construcción de los estadios y las instalaciones de entrenamiento. No obstante, en las últimas semanas las sedes anunciaron que tienen ya toda la infraestructura lista.

En cuanto a los escándalos de dopaje, las noticias ocupan mucho más espacio en la prensa foránea que en los medios locales. El vicepresidente del Gobierno Vitaly Mutko, antiguo jefe del fútbol ruso, admitió recientemente que hay dos futbolistas locales investigados por posibles positivos. En el informe McLaren hay acusaciones contra futbolistas rusos, pero todo ello quedó sepultado por los casos del atletismo y deportes invernales.

¿Y la violencia de los ultras rusos que ya protagonizaron varias trifulcas en la Eurocopa de Francia de Francia de 2016? Las autoridades locales están tratando de que los aficionados extranjeros viajen sin ningún temor a Rusia. Durante el Mundial habrá miles de personas encargadas de la seguridad y los organizadores han introducido medidas que buscan minimizar los casos de violencia. Se trata del identificador de los seguidores: cada uno estará registrado y sólo recibirá una entrada si cumple ciertos requisitos. Además, las autoridades disponen de una lista con cientos de ultras que no pueden entrar a los recintos deportivos.

¿Y que ha quedado de las acusaciones de corrupción? Cuando la FIFA publicó en junio de 2017 el informe García sobre la polémica asignación de los Mundiales de 2018 y 2022, Rusia se sintió reivindicada. Hubo incoherencias, naturalmente, y también otras ofensas menores y no tanto como la existencia de regalos y favores a funcionarios de la FIFA y a sus familiares, pero ninguna prueba concluyente de corrupción fue constatada. Lo que no quedó claro es por qué se destruyeron los ordenadores de la candidatura tras la votación de 2010. ¿Se eliminaron pruebas? Lo que es obvio es que por esa época muchos involucrados ignoraban el fair play de la FIFA.

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