La caída a puestos de descenso tras la derrota en Las Palmas encendió las luces de alarma en la directiva del Huesca, que decidió cesar al técnico, Antonio Calderón. El relevo provisional, un hombre de la casa, Ángel Royo, que continuará o no en el cargo dependiendo de la reacción del equipo.

El Huesca comenzó bien la temporada. Dos victorias y dos empates en las cinco primeras jornadas, en las que sólo cayó ante el Murcia, incluso dispararon la ilusión. Pero nada más lejos de la realidad. En las doce fechas posteriores apenas llegaron un solo triunfo y cinco empates, un pobre bagaje que ha sumido al equipo en una depresión de la que trata de salir cuanto antes. Si es posible antes del parón.

Tras lo que había sido un esperanzador comienzo, los dos próximos encuentros, ante el Córdoba y el Sporting, van a marcar la pauta a seguir y van a servir para ver si el cuadro oscense es capaz de salir de esta delicada situación. La llegada de Ángel Royo, miembro de la secretaría técnica del club y que la temporada pasada dirigió las seis primera jornadas al equipo, siendo destituído precisamente tras el triunfo del CCF en El Alcoraz, ha supuesto en principio un revulsivo sobre todo anímico a una plantilla en la que muchos de los jugadores ya estuvieron a sus órdenes.

sin balón

Será una incógnita la forma de jugar del Huesca de Royo. El nuevo técnico ha trabajado a puerta cerrada y no se sabe ni tan siquiera qué sistema de juego utilizará. Antonio Calderón empezó con un 4-4-2, continuó con un 4-2-3-1 y acabó con un 4-1-4-1, en lo que fue toda una ensalada de números. Aunque podría no haber muchos cambios, los que realmente son importantes son los de actitud y compromiso. Y esos parecen haberse elevado con el cambio en el banquillo. En la anterior aventura del preparador azulgrana, su dibujo fue el 4-2-3-1, aunque eran otros jugadores y otros mimbres diferentes a los de ahora.

Sí es cierto que en defensa, con el meta Luis García, y siempre que pueda contar con Diogo, podrían estar Helguera y Rivas como pareja de centrales y Llamas en el lateral izquierdo. Si el lateral derecho no llega, Llamas cambiaría de costado, lo que podría provocar el retorno al once del cordobés Clavero, una vez recuperado de su lesión.

La necesidad y la urgencia por conseguir el triunfo hará que el conjunto oscense salga a pelear todos los balones, dificultando la fluidez de circulación blanquiverde en el centro del campo, donde tratarán de hacerse con rapidez con la posesión del esférico.

con balón

El Huesca es un equipo hecho para tener el balón. Le gusta desbordar por bandas y buscar el enlace rápido con la referencia en ataque. Lázaro y David López podrían formar la dupla en el centro del campo, dos jugadores de recorrido, que defienden y atacan constantemente, que reunen esfuerzo físico y calidad. Por delante podrían situarse Núñez, Camacho y Jorge Larena, tendiendo como referencia arriba a Tariq, el goleador de este equipo. Pero también podría inclinarse Royo por jugar con el 4-4-2 y acompañar a Tariq con Novo o Jokin, escorándose a la banda Camacho y quedando fuera del equipo Jorge Larena.

lo mejor

Nuevo técnico, nueva disposición, claridad de ideas y cambio de chip, sobre todo psicológicamente.

lo peor

La urgencia por ganar puede desatar los nervios si se ponen por detrás en el marcador.