fútbol tercera división

Un punto que pudo triplicar

  • El Espeleño saca un empate ante el vigente campeón, el Cádiz B, pero deja escapar el triunfo en el añadido

Óscar trata de cerrar la entrada del cadista Peter.

Óscar trata de cerrar la entrada del cadista Peter. / Julio González

El Espeleño sumó un importantísimo punto en su visita al vigente campeón del Grupo X, el Cádiz B. Los de Salva Serrano incluso tuvieron el triunfo en sus manos, pues lograron adelantarse en el marcador en el tiempo de descuento, con tan mala fortuna de que prácticamente en la jugada siguiente firmó las tablas el filial amarillo.

El Espeleño, con la moral muy alta tras conseguir la pasada jornada su primer triunfo como local ante el Xerez, saltó a El Rosal con las ideas muy claras, muy bien plantado, serio y disciplinado. Eso dibujó una primera mitad con mucho centrocampismo, ya que los dos equipos proponían un estilo similar, intentando iniciar el juego en corto desde su portería. Cierto es que el Cádiz B salió muy fuerte y dispuso de dos buenas llegadas en el arranque del duelo, pero el cuadro rojillo se sacudió la presión inicial, dando paso a un intercambio de golpes.

La jugada que pudo cambiar el partido llegó superado el ecuador del primer acto. Tras un saque de banda, Pekes controló de espaldas en el área y, ante la entrada de Josan, se dejó caer. El árbitro señaló penalti que lanzó el propio delantero amarillo, pero el meta José Rodríguez, con una magnífica estirada, desvió la pelota a córner.

Esa parada dio alas a los de Salva Serrano, si bien aunque rondaron el área de Cristian, no llevaron el suficiente peligro. En el tramo final, ritmo lento y escasas llegadas al imponerse las defensas a las delanteras.

Tras la reanudación, el Cádiz B salió más fuerte y metió al Espeleño en su propio campo, llegando por oleadas, con Chapela, Pekes y Peter. Pero la defensa visitante se mostró firme en todo momento, impidiendo que su meta pasara por apuros.

Llegado el ecuador de este segundo periodo, el Espeleño buscó más mordiente con la entrada de Cristian y Samu, pasando a mandar balones largos para las entradas de segunda línea, lo que obligó al conjunto local a no salir ya con tanta alegría. El conjunto visitante se asentó de nuevo en el campo, recuperó la posesión y ya coartó a un rival que tuvo más dificultades para crear peligro.

Con todo, la ocasión de más clara para los de Salva Serrano fue un tiro desde el interior del área de Pablo Mogollón que, tras rozar en un defensa, se envenenó y se estrelló en el larguero. Ya con el tiempo cumplido, Juanito buscó la espalda de la defensa y Cristian hizo bueno el envío mandándolo a la red. Pero la fortuna no acompañó a los visitantes y, prácticamente en la jugada siguiente, Saturday no perdonó al recoger un balón muerto en el área.

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