Córdoba | hércules · informe técnico

No se puede regalar tanto

  • Dos goles a balón parado y un tercero al contragolpe tras una falta lateral a favor rompieron a un Córdoba demasiado gris · El Hércules se mostró muy superior

José González tiene mucho trabajo aún por delante. El estreno ante el Hércules sacó a la luz todas las carencias de un bloque carente de ideas en ataque y con importantes problemas defensivos. El técnico, un amante de la estrategia, vio impotente desde la banda cómo el cuadro alicantino le hacía dos goles de córner y un tercero con un contragolpe de libro... tras una falta lateral a favor. Pese al poco tiempo que el gaditano tiene esta semana para preparar la visita a Vitoria por la eliminatoria copera ante el Tenerife, seguro que el vídeo del partido será fiel compañero de viaje de sus jugadores.

José apostó por un doble pivote elegante, para llevar el peso del partido. Pero enfrente se encontró con un muro. Farinós y Rodri no tardaron en imponer su ley. Y las carencias del Córdoba comenzaron a aflorar. Javi Flores, cómodo con la pelota en los pies, sufre detrás de ella. Más si cabe cuando su pareja de baile (Carpintero), teóricamente la encargada de hacer el trabajo sucio, anda lejos de lo que de ella se esperaba.

Con la bisagra atascada, el horizonte se puso bastante más oscuro. Seguramente, José no contaba con las facilidades de su sistema defensivo. Tras un par de fallos a la hora de tirar el fuera de juego, Gaspar y Pierini se dejaron robar la cartera en un córner por Delibasic. A partir de ahí, el Córdoba desapareció. Su ansia por irse arriba, le costó el segundo y sólo un soplo de fortuna evitó una goleada escandalosa al descanso. Tras el mismo, las sensaciones parecieron -sólo eso- mejorar... al dar el Hércules un paso atrás.

Defensa

José apostó por la misma línea de cuatro con la que acabó la pasada temporada, con el único cambio de Gaspar por Pablo Ruiz. Por delante de ellos, Carpintero y un recuperado Javi Flores; por detrás, Raúl Navas. Más o menos, lo esperado. Lo único que se salió del guión fue la superioridad del Hércules. Pero eso no puede verse en el papel. Tuni y Sendoa camparon a sus anchas por los costados, sacando provecho del trabajo sucio de Delibasic y las caídas de Tote. Porque a diferencia del Córdoba, los alicantinos jugaron a un ritmo alto, siempre en movimiento. Así, sacaron a la luz las carencias de la zaga, aunque la herida no se abrió hasta el enésimo córner y gracias a la colaboración de Raúl Navas y la pareja de centrales.

A partir de entonces, los blanquiverdes quisieron dar un paso al frente. Lo único que lograron fue romper el escaso equilibrio que ya daba la medular. Con Carpintero desbordado y Javi Flores sufriendo detrás del balón, todo fue más fácil para el Hércules, que encontró en la excesiva lentitud de la zaga un filón para seguir abriendo la brecha. Ni siquiera la entrada de Ito tras el descanso y el repliegue visitante evitó más sustos y errores, como el que costó el tercer tanto ya en el tramo final.

Ataque

Javi Flores se estrenó como titular con la misión de llevar la manija del partido. Para eso tenía que tener la pelota. Sin esa premisa, todo se complicó. Guzmán y Arteaga ocuparon los costados. Sólo los ocuparon, pues al sevillano ni se le vio y el pacense estuvo desafortunado. Suya fue la primera gran ocasión, un mano a mano tras una genialidad de Asen -el único que creó peligro cuando le dio por moverse entre líneas- que estrelló en el pecho de Calatayud, así como el envío que Gastón Casas, en su única aparición, estuvo a punto de sacar del estadio. Tras el descanso, Flores tuvo más espacios, pero la falta de movilidad de sus compañeros dificultó todo. La entrada de Cristian y Pepe Díaz tampoco sirvió para cambiar un decorado ya demasiado mustio.

Virtudes

Las ganas de Javi Flores y las apariciones de Asen y Guzmán.

Talón de aquiles

El Córdoba recibió dos goles a balón parado y sufrió mucho en las basculaciones y los repliegues defensivos. En ataque faltó mucha más movilidad.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios