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El 'pope' Guus Hiddink amenaza a su país preferido

  • El seleccionador ruso, que ya eliminó a España con Corea en el Mundial 2002, la ve "muy favorita" hoy

Todo gira en torno a Guus Hiddink en la selección de Rusia. Es el técnico, pero también la estrella, la persona que sobre sus hombros soporta el peso de una Eurocopa en la que sus jóvenes jugadores recibirán su bautismo internacional de la mano de su pope.

Y el primer paso lo quiere dar con un resultado positivo hoy en Innsbruck ante España, país donde trabajó en el Valencia, el Real Madrid y el Betis y al que elogió. "Ha sido un placer trabajar en España tantos años, me gusta volver y el día que deje de trabajar pasaré mucho tiempo en España", dijo ayer en su casi perfecto español.

"Todo el ambiente futbolístico en España es muy animado, muy emotivo. Lo que me gusta de España es que sabe reírse de sí mísma en el fútbol", analizó el técnico holandés de 61 años, que se quita la presión: "Claro que España es favorita, muy favorita".

Su misión desde que llegó a Rusia con ayuda de los petrodólares fue descubrir el talento de las jóvenes figuras rusas, ensamblarlas e imponerles la autoridad y la disciplina que escondan su habitual displicencia. "Hay que darle las gracias por crear este ambiente en el equipo. Nadie ejerce presión desde fuera y estamos listos para dar lo mejor", agradeció Sergei Semak, el capitán ruso.

El equipo cree en él, sobre todo tras clasificarse dejando fuera a la poderosa Inglaterra con los goles, entre otros, de Roman Pavlyuchenko, quien amenaza también a España.

Yuri Zhirkov, titular hoy, se rindió al técnico, al que calificó de "mago". "¿Qué otra cosa se le puede llamar tras llevar a tantos equipos a los Mundiales y a la Eurocopa?", dijo, recordando la labor del holandés errante en Corea del Sur y Australia.

Precisamente Hiddink ya sabe lo que es hundir a España. Fue con Corea del Sur en el Mundial 2002, cuando la eliminó en los cuartos de final. "De eso hace mucho, apenas lo recuerdo, las circunstancias son distintas, todo ha cambiado", señaló sobre lo que un periodista calificó como "desastre" para España. "Hay otros problemas en el mundo, en deporte no se puede hablar de desastres", relativizó.

A pesar de su aura, Hiddink no asume más responsabilidad que la que tiene. Su experiencia en el fútbol español no la considera una ventaja: "La información en el fútbol la tiene todo el mundo. Todo depende de los jugadores, no sobrestimo lo que puedo hacer".

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