Balonmano l División de Honor B

Con la pólvora muy mojada

  • El Prasa Pozoblanco no pudo con el líder, el Alcobendas, tras una mala segunda mitad de los vallesanos en la que cedieron una renta de cuatro goles al descanso

El Prasa fue ayer el de toda la temporada, un equipo que es como la gaseosa. Cuando llega al final de la botella, en este caso del partido, ya no hay gas. Y eso que empezó hablándole de tú a tú al líder, el Alcobendas, con un Gerard Espigol sobre la pista corriendo más que un BMW, pero demasiado fallón cuando ponía el coche mirando a la portería de Wenceslao. Ahí se le calaba.

Luego, apareció la fantasía de Nacho Serrano y el Prasa por un momento se fue en el luminoso de cinco y cuatro, al descanso. A pesar de que los árbitros iban con el conjunto madrileño. La segunda mitad fue otra historia. En el Alcobendas, salió Manolo en la portería y sólo recibió siete goles en este período mientras que su compañero de puerta, Wenceslao, había recibido la friolera de 19 en una lúcida primera mitad del ataque prasista.

Los vallesanos, en la segunda parte, defendieron como un niño en el campo jugando al balonmano con porterías de piedra. Eso lo aprovecharon tanto Maqueda como González, que entraban en la casa y se comían todo lo que había en la despensa con un Mario Percin que ayer fue un guardián muy permisivo -sólo paró un balón-.

Esto provocó que el Alcobendas diera la vuelta en el marcador y gracias a la nula capacidad ofensiva de los discípulos de Paco Castillo -sólo un gol en los últimos 16 minutos de partido- fue agrandando su renta en el electrónico.

Ganó de siete el cuadro del ex internacional Rafa Guijosa, pero el resultado puede ser engañoso, ya que ni el Prasa lo hizo tan mal ni el Alcobendas tan bien. Aunque sí es cierto que en la segunda parte el equipo madrileño demostró porque es el líder de la División de Honor B y equipo de Asobal desde hace varias jornadas.

Al final del encuentro, el secretario técnico del Prasa, Pedro García, habló con varios jugadores para sus posibles renovaciones que se sumarían a las de Gerard Espigol y Nacho Serrano. Parece ser que alguno de los ilustres jugadores, que han defendido la elástica prasista en los últimos años, no seguirá en el Prasa Pozoblanco. Ahora, al equipo pozoalbense ya sólo le queda pensar en la próxima temporada.

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