Natación

A un oro de Spitz

  • Phelps logra su sexto primero en 200 estilos y puede igualar hoy a su compatriota · Lochte vence en 200 espalda y deja de ser plata · La favorita en 200 braza, derrotada por Soni

Michael Phelps roza la gloria que durante 36 años monopolizó Mark Spitz: tras ganar ayer su sexta medalla de oro en la natación de los Juegos, hoy podrá igualar a su compatriota y mañana quebrar todas las marcas.

"Ahora necesito descansar, tengo un montón de tiempo, 18 horas antes de estar listo para mañana (por hoy)", dijo Phelps tras ganar con plusmarca en 1.54,23 minutos los 200 metros estilos. El estadounidense de 23 años suma así seis récords en seis finales, triturando las pruebas de natación como nunca antes se vio en la historia.

Fue también un gran día para su compatriota y amigo Ryan Lochte, que ganó el oro en los 200 metros espalda con una marca de 1.53,94 minutos. El de ayer fue el primer oro olímpico individual del talentoso nadador.

Otra estadounidense, Rebecca Soni, sorprendió al alzarse con la medalla de oro en los 200 metros braza y sentar con 2.20,22 minutos una nueva plusmarca mundial en la especialidad.

Soni, 21 años, se impuso a la gran favorita, la australiana Leisel Jones, a quien además arrebató el récord en su poder desde hacía dos años y medio. La estadounidense mejoró la anterior plusmarca en 32 centésimas de segundo. Jones, con un crono de 2.20,22, debió conformarse con la medalla de plata, mientras que la de bronce fue para la noruega Sara Nordenstam, quien con 2.23,02 sentó una nueva plusmarca europea en la especialidad.

Alemania lanzó un grito de desahogo al ver a Britta Steffen ganar los 100 metros libres para darle a su país la primera medalla de oro olímpica en natación en 16 años. La berlinesa de 24 años logró un récord olímpico de 53,12 segundos para imponerse en una reñidísima final a la australiana Lisbeth Trickett, poseedora de la plusmarca mundial en la especialidad, por sólo cuatro centésimas de segundo. El bronce, en tanto, fue para la estadounidense Natalie Coughlin.

Pero los protagonistas del día fueron Phelps y Lochte. Phelps asumió el control de los 200 estilos desde el inicio y se vio beneficiado por el cansancio de su principal rival, Lochte, que minutos antes había hecho un gran esfuerzo para colgarse el oro en los 200 espalda.

Ya tras los 50 mariposa, Phelps tenía una ventaja de 36 centésimas sobre Laszlo Cseh. El húngaro estrechó las diferencias a apenas cinco centésimas tras los 50 espalda, pero perdió terreno en braza, y, a falta de 50 metros para el final, 1,11 segundos lo separaban de Phelps, que aumentó en forma clara la ventaja en los 50 libre para alzar nuevamente el brazo tras un cómodo triunfo.

Su registro de 1.54,23 minutos mejora en 57 centésimas su propio récord mundial del 4 de julio en los trials de Omaha. "Intenté una salida fuerte en los primeros 100 metros, pero Michael fue imponente en pecho", dijo Cseh, autor de una marca de 1.56,52 y dueño de tres platas en Pekín, siempre postergado por Phelps. Lochte llegó al bronce con 1.56,53 y el brasileño Thiago Pereira cuarto, con 1.58,14. "Fueron unos Juegos fantásticos, he ganado tres platas y marcado tres récords europeos. Fui muy exitoso, pero ahora necesito descansar", admitió Cseh.

Incluso Phelps -que tiene a esta altura aura de superhombre- se vio hoy complicado por las exigencias de las finales. A las 10:54 disputó los 200 estilos, a las 11:09 participó en la ceremonia de premios, y a las 11:19 corrió -y ganó- su serie de semifinales en los 100 metros mariposa. "Tuve literalmente cinco minutos entre los premios y cambiarme para competir, ajustarme el gorro e ir a la piscina", describió Phelps.

La suma de pruebas también atentó contra Lochte, que por antecedentes podría haber puesto en problemas a Phelps en los 200 estilos. Pero Lochte tenía una meta, la de ganar su primer oro individual en unos Juegos. "No tengo palabras. Es mi primer oro olímpico individual, toqué la pared y fue como ¡gracias, por fin!. Me sentí bien todo el tiempo", dijo Lochte, de 24 años, tras su plusmarca de 1.53,94 minutos.

Especialista en espalda, el norteamericano Lochte forzó el ritmo hasta romper la resistencia del ruso Arkady Vyatchanin, bronce a la postre, al que le comió 1,22 segundos en esos 50 metros finales. Fue la tercera medalla de oro de Lochte en unos Juegos tras los de Atenas 2004 y Pekín 2008 en los 4x200 libre.

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