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Por qué no mejora nuestro juego... y cómo podemos hacer que lo haga

  • No se trata sólo de falta de práctica o de concentración, se trata de pequeñas cosillas físicas, técnicas y psicológicas que, combinadas, evitan nuestro progreso

No somos capaces de mejorar nuestro juego, a pesar de gastamos cientos de euros en conseguir al material más avanzado tecnológicamente. Jugamos e "incluso" practicamos y, sin embargo... los resultados no son los que esperamos. ¿Por qué?

No se trata sólo de falta de práctica o de concentración. Se trata de pequeñas cosillas físicas, técnicas y psicológicas que, combinadas, actúan de muro de contención de sus progresos. Es probable que usted tenga su pequeño motivo personal e intransferible que no vea reflejado en estas líneas. De cualquier forma, haga caso a nuestra sugerencia. Piense y analice, al menos de vez en cuando, su juego. Es mejor racticar con lógica.

Su práctica no es eficaz

Conseguir sacar tiempo para practicar regularmente es complicado. Pero a veces, cuando lo conseguimos, no le sacamos el rendimiento adecuado.

Hay muchos jugadores que van al campo de prácticas sólo cuando tienen algún problema importante o cuando su juego está en el peor momento. No es una idea muy positiva. Seguramente sus probabilidades de mejorar son mucho mayores cuando se siente a gusto con su juego, porque el salto al siguiente nivel es menor.

Cada vez que dedique un rato a practicar céntrese en volver a las bases del juego. Evite los objetivos que se basen en resultados. Por ejemplo, si está haciendo slice, no se imponga tirar bolas rectas. Trate de centrarse en aquellos aspectos básicos del swing que le lleven a recuperar un buen movimiento. El slice no es un defecto en su juego, es una consecuencia de un defecto. Por eso, debe tratar de conocer el problema. Basándose en eso, establezca un objetivo para cada entrenamiento que le permita trabajar los fundamentos del swing, que es de lo que se trata.

Cuando se sienta a gusto con su swing no se limite a hacer golpe tras golpe. Añada alguna presión. Por ejemplo, en lugar de golpear 10 wedges hacia la bandera que se encuentra a 100 metros, trate de que esos 10 wedges queden a tres metros de esa misma bandera.

Analice su juego para determinar sus fallos y luego trabaje en ellos. Recuerde que el driver, wedge y putter se llevan más del 80 por ciento de sus golpes. y, por lo tanto, de ellos depende en gran medida el resultado. Mantenga en forma sus puntos fuertes, pero no abandone aquellos en los que más falla: esos son los que debe mejorar.

No olvide dedicar a su juego corto el mismo tiempo que al largo: seguramente con eso mejorará su resultado.

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