Olimpismo l Juegos de Pekín

A llevarse el oro de la discordia

  • El Werder Bremen y el Schalke acceden a que Diego y Rafinha disputen los Juegos con Brasil · "Messi va a jugar con nosotros todos los partidos", asegura Sergio Batista, seleccionador del cuadro albiceleste

El torneo masculino de fútbol de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 dará el pistoletazo de salida hoy, con Argentina y Brasil como máximos candidatos a llevarse un oro que esperan colgarse figuras del balompié como Lionel Messi, Juan Román Riquelme o el propio Ronaldinho.

Argentina, actual campeona olímpica, debutará ante Costa de Marfil en Shanghai, mientras que Brasil abrirá el fuego ante Bélgica en el estadio de Shenyang.

El torneo parece diseñado para que argentinos y brasileños disputen la gran final del 23 de agosto en el impresionante Estadio Olímpico de Pekín y, para que esto ocurra, deberán ponerse las pilas y quedar primeros de sus respectivos grupos.

Ningún otro equipo de los 14 que conforman el plantel olímpico cuenta con nombres como los suramericanos. Italia y Holanda o los siempre peligrosos africanos, como Camerún y Nigeria, podrían ser sus peores rivales.

Argentina cuenta con estrellas como Riquelme -se acogió a la norma que permite convocar a tres jugadores por encima de los 23 años que marca la ley- Lionel Messi o Sergio Agüero, que formarán una delantera letal para su selección nacional, pero Brasil no se queda atrás.

Pese a que Ronaldinho llega tras una nefasta temporada en el Barcelona, se siente renacido tras su fichaje por el Milan y liderará un equipo compuesto por nombres como Pato, Diego o Rafinha.

"Lo que me motiva es entrar en la historia de la selección brasileña con la conquista de la medalla de oro", dijo sabedor de que nunca la verdeamarela se ha conseguido llevar el oro olímpico.

La necesidad de ganar es tal en Brasil que la Confederación de Fútbol acudió a Dunga, seleccionador absoluto, para conducir a los olímpicos a lo alto del podio.

"En cualquier competencia a la que entre el fútbol brasileño no le sirve el segundo. Sólo el primero", dijo el técnico, que también intentó contar con Robinho y Kaká para reforzar al equipo y que, aconsejados por sus clubes, acabaron declinando la invitación.

Precisamente, Robinho fue la figura del Brasil que se impuso hace un año por 3-0 a Argentina en la final de la Copa América.

Argentina quiere venganza y apeló a Riquelme y Messi, de cuya mala relación se habla sin cesar en el país suramericano. "Están comentando cosas que me parece ya que tendrían que terminar", se molestó el jugador de Boca Juniors. "Lionel está feliz y nosotros estamos contentos por contar con él aquí", sentenció.

De hecho, no fue fácil que el delantero del Barcelona viajara al Extremo Oriente para unirse a sus compañeros. Al igual que Werder Bremen y Schalke en el caso de los brasileños Diego y Rafinha, el club español se negó a ceder a su jugador, de 21 años.

Los brasileños viajaron incluso sin el permiso de sus equipos, pero Messi esperó a que un tribunal de la FIFA ratificara la obligatoriedad de ceder a los jugadores.

Los clubes recurrieron a la Corte Arbitral del Deporte, que dijo que la decisión final está en manos de los futbolistas. Messi eligió ya su camino. "Va a jugar todos los Juegos para Argentina", aseguró su seleccionador, Sergio Batista.

La Confederación Brasileña de Fútbol optó por hacer oídos sordos e ignorar el tema, por lo que los jugadores reclamados jugarán con su selección el torneo, aunque ahora, Schalke y Werder Bremen, equipos de Rafinha y Diego respectivamente, sí han accedido a ceder a los jugadores para que disputen los Juegos. Lo que espera a los jugadores a su vuelta a Europa es una historia totalmente diferente.

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