Julia Figueroa reapareció en el Grand Slam de Abu Dhabi con un concurso notable que, sin embargo, no puede dejarle buen sabor de boca por la mejor actuación de Laura Martínez Abelenda, su rival directa por representar a España en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en la categoría de -48 kilogramos. La judoca cordobesa, que reaparecía tras la lesión muscular que le impidió estar hace tres semanas en Brasil, se quedó en el primer combate de la repesca, mientras la madrileña, que ganó dos peleas más en la cita emiratí, avanzó un paso más y se quedó a las puertas de sumar una nueva medalla a su historial.

Exenta en la primera ronda por su condición de tercera cabeza de serie del torneo de Abu Dhabi, Figueroa debutó ante la azerí Leyla Aliyeva, que había dejado atrás a la representante de Hong Kong Ka Lee Wong. La cordobesa cumplió con su condición de favorita y se impuso sin muchos problemas por ippon, con lo que aseguraba ya su presencia en la repesca y la lucha por el podio.

La duda estaba en saber si Julia entraría por la puerta grande, en la batalla por el oro, o a través de la repesca. Todo pendiente de su combate ante la eslovaca Marusa Stangar, que venía de hacer buenos los pronósticos ante Sariuna Tsyzhipova y Narantsetseg Ganbaatar. En la segunda prolongación, un ataque fallido de la cordobesa facilitó la inmovilización por 20 segundos de su rival y el consiguiente ippon.

Figueroa quedó entonces relegada a la pelea por el bronce, como máxima recompensa. Pero la rival para empezar este segundo camino no era precisamente la mejor: la lusa Catarina Costa, segunda preclasificada en los Emiratos Árabes Unidos y que se había visto sorprendido en la final del Grupo C por la otra española en liza, Laura Martínez Abelenda.

Stangar, de verdugo a aliada

En un combate igualadísimo y larguísimo, a Figueroa le penalizó una discutida decisión arbitral para apearla de la carrera por el podio. Con dos amonestaciones cada una, el colegiado mostró la tercera cartulina amarilla a la española, que perdió por el correspondiente ippon y quedó fuera.

De esta manera, la preocupación mayor de Julia Figueroa pasó a ser que Laura Martínez Abelenda sumara el menor número de puntos posibles para la carrera olímpica, en la que la madrileña marcha ahora por delante. Y así fue, pues perdió en semifinales ante Stangar, plata final tras caer ante la gran favorita, la ucraniana Darid Bilodid, y luego se dejó el bronce en su pelea con la alemana Katharina Menz.