Ciclismo l Tour de Francia

"Mis hijos sí que están disfrutando"

  • Sastre celebra el triunfo con naturalidad y se fija los Juegos como próximo reto

"Ahora sí que he hecho realidad el sueño de mi vida", afirma Carlos Sastre desde lo más alto del podio de París a la multitud que saluda su triunfo en el Tour de Francia de 2008. "Gracias a todo el mundo, he hecho realidad mi sueño", repitió con el micrófono en mano en tres idiomas, francés, inglés y español. Acaba de recibir el último maillot amarillo, el que cuenta, de manos del alcalde de París, Bertrand Delanoe, ajustado como siempre por Bernard Hinault, el quíntuple ganador del Tour, el rostro de todos los podios.

Sonriente, acompañado de sus dos hijos, Claudia, de seis años, y Yeray, de cuatro, Sastre posa para una foto histórica, con el Arco del Triunfo de fondo y el himno español, raudo como un ciclista en fuga, como música de fondo.

"Esta carrera ha llegado al fin que yo buscaba, es una sensación muy especial, ver toda la gente que hay aquí te trae a la mente muchos sentimientos que se acumulan durante tantos días. Me siento feliz", afirmó Sastre nada más bajar del podio. Claudia y Yeray juguetean entre el estricto protocolo de los organizadores. "Ellos son los que más están disfrutando", confiesa el ciclista de El Barraco. Su esposa, Piedi, se esconde de los focos. No quiere ni verlos, rechaza salir en la tele, hablar para los medios. Los padres de Carlos no caben por los pasillos, orgullosos de ver a su hijo subir el escalón más alto que conoce el ciclismo mundial.

"Es algo que quería vivir", repite Sastre, un tanto turbado por tantas sensaciones, por tantas alegrías. "¿Que cuándo me lo creí? Hace un minuto, cuando atravesaba la meta".

Sastre es un hombre colmado, rodeado de sus seres queridos. "Es algo que no sabes lo que es hasta que estás ahí arriba en el podio, el más grande que puedes esperar", asegura. Atrás quedan 21 días de competición, más de 3.500 kilómetros de batalla, su épico ascenso al Alpe d'Huez en solitario, la defensa de su maillot amarillo en la contrarreloj de Saint Amand Montrod, el último peldaño hasta París...

"He encontrado lo que buscaba y, aunque he sufrido, siempre he disfrutado. Hasta los días que lo he pasado mal, he sacado beneficio, no lo voy a olvidar, lo guardaré siempre con cariño en mi memoria", evoca el nuevo rey de Francia. Y envía un mensaje de esperanza: "Espero que este Tour sea un ejemplo, porque la mayoría hemos luchado por ganar, lo hemos dado todo por nuestros equipos, por nuestros países, pero siempre en beneficio del ciclismo. Quiero pensar que se ha luchado de verdad".

Sastre mira para atrás con orgullo y para delante con ilusión. Los Juegos de Pekín son su próxima meta. Una medalla que buscará junto a Valverde, Freire, Samuel Sastre y Contador, su predecesor en el podio de París. "Es una nueva ilusión", confirma el abulense. ¿La última de la temporada? "No, estaré en la Vuelta a España", promete.

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