Los grandes favoritos para alzarse el 3 de junio en Cardiff con la Liga de Campeones se evitaron entre sí en la ronda de octavos de final, según determinó ayer el sorteo celebrado en la sede de la UEFA en Nyon.

El duelo entre Barcelona y París Saint-Germain y el choque entre Bayern Múnich y Arsenal serán los platos fuertes de unos octavos en los que el actual campeón, el Real Madrid, se medirá al Nápoles y el Atlético de Madrid se enfrentará con el Bayer Leverkusen. El Sevilla, mientras, se medirá al Leicester.

El formato será igual que en las temporadas anteriores y tanto la ida como la vuelta se dividirán en dos semanas. Los partidos de ida se jugarán el 14, 15, 21 y 22 de febrero, mientras que los de vuelta se disputarán el 7, 8, 14 y 15 de marzo. Los equipos que quedaron líderes en la fase de grupos, es decir, Barcelona, Nápoles, Atlético de Madrid, Arsenal, Mónaco, Borussia Dortmund, Juventus y Leicester, tendrán la ligera ventaja de definir los cruces delante de sus aficiones.

El hecho de que poderosos equipos como el Real Madrid, el PSG, el City o el Bayern finalizaran segundos en la fase de grupos añadía una buena dosis de emoción al sorteo. Había posibilidades de que el azar deparara varios cruces explosivos, como Barcelona-Bayern Múnich o Juventus-Real Madrid o un Atlético-Manchester City, pero finalmente la mano inocente del ex futbolista holandés Ruud Gullit no juntó a dos de los grandes favoritos en una misma eliminatoria.

Eso sí, Barcelona y Bayern, dos fijos en las instancias finales desde hace una década, tendrán sendos huesos duros de roer en PSG y el Arsenal. El equipo francés y el inglés cargan, sin embargo, con la etiqueta de "eternos aspirantes" en la Champions, una competición que nunca ganaron pese a sus millonarias inversiones.

"El Bayern (Múnich) era el equipo más fuerte, pero el PSG es un equipazo", observó el vicepresidente deportivo del Barcelona, Jordi Mestre. Barcelona y PSG se midieron en varias ocasiones en los últimos años y el conjunto liderado por Messi siempre salió victorioso. Además, los entrenados por Unai Emery pasan por un momento de dudas. Aunque hasta febrero hay dos meses para que los campeones de Francia recuperen su mejor nivel, lo que los convertiría en un rival temible para cualquiera.

El Bayern de Carlo Ancelotti tendrá una dura prueba ante el Arsenal, pese a que los tres anteriores enfrentamientos entre ambos en octavos (2005, 2013 y 2014) acabaron del lado de los bávaros.

Por su parte, el Real Madrid se jugará el pase a octavos ante un Nápoles que está cuarto en su liga y sin grandes estrellas internacionales. El conjunto español sabe de sobra no obstante lo difícil que es jugar en Italia. "Jugamos el primer partido en casa y tenemos que hacer un buen resultado. Allí ya sabemos el ambiente que se va a vivir. Tendremos que conseguir una buena renta en Madrid", señaló Emilio Butragueño.