Córdoba cf

¿Dónde está el gol?

  • El Helmántico retrató la incapacidad del Córdoba para hacer daño en ataque · “El que me tilde de defensivo, que tire de hemeroteca y mire mis números”, dice José

La manida teoría de la manta corta (si te cubres los pies dejas al descubierto la cabeza, y viceversa) se hizo patente en Salamanca en toda su crudeza. No ya por el frío reinante, sino por la ratificación de que el Córdoba se ve lastrado en ciertos partidos por una alarmante falta de pegada. En los dos últimos, sin ir más lejos, no ha tirado a puerta una sola vez: contra el Albacete ganó con un gol en propia meta y el pasado domingo careció de osadía y acierto en los pases para inquietar a Alberto, inédito toda la tarde.

José González ya lo dejó muy claro en Costa Ballena: para caminar con paso firme hacia la permanencia había que rebajar considerablemente la cantidad de goles en contra (56 en la Liga 07-08). El gaditano pretendía –y pretende– configurar un bloque sólido, capaz de convertir en una práctica habitual la complicada tarea de dejar la puerta a cero. Lo ha conseguido en cierta medida (cinco partidos, para un total de 17 tantos encajados en 14 jornadas). Las notas discordantes se dieron en el nefasto estreno (0-3 ante el Hércules) y en la hemorragia constante entre las jornadas 10 y 12: 3-1 en Huesca, 3-4 ante el Celta y 2-2 en Alicante. La venda llegó una semana después, contra el Albacete: partido práctico a más no poder, con las líneas muy juntas, portería a cero, ayudita de Iker Begoña... 1-0, y gracias.

El contrapunto de este planteamiento recae, lógicamente, en la sequía ofensiva. El Córdoba sale a gol por partido tras mostrarse romo en el Helmántico, al igual que en cuatro choques anteriores (Hércules, Alavés, Nàstic y Eibar). Es verdad que el equipo suele reaccionar cuando el adversario se pone por delante, y además cuenta con una baza muy valiosa: su potencial a balón parado. No obstante, como punto de partida, los jugadores están tan obsesionados con defender que adolecen de chispa para hacer daño en ataque. Y ese déficit pesa como una losa, sobre todo a la hora de explotar las bandas, en la lectura de contragolpes que deben resultar letales. En esas condiciones, es factible que el rival te encierre y rompa el cántaro, como ocurrió con Miku en el minuto 90.

José González admite que “estamos haciendo cosas mal”. “Es llamativo, porque en las tres jornadas anteriores al Albacete creo que habíamos hecho siete goles, y nueve en cinco jornadas”. Por tanto, no va a “montar ningún drama de esto, porque éste es el mismo equipo que hizo once ocasiones ante el Alicante, o que le hizo tres goles al Celta o dos al Tenerife”.

Sí considera “preocupante que no estuviésemos con la mordiente necesaria” en Salamanca. “Sobre todo me molestó el segundo tiempo, porque hubo minutos en los que triangulamos bien y movimos la pelota con criterio, pero cuando llegamos a las proximidades del área no tuvimos sensación de peligro”, puntualizó.

“No creo que nos preocupáramos de defender”, matizó. Y puso un ejemplo: “Muchos pensarían que –tras la lesión de Carpintero– iba a meter a Endika o a Gaspar en el mediocentro, para aportar trabajo y defensa. Un equipo que tiene en el campo a Arteaga, Guzmán, Asen, Javi Flores, Katxorro y Ceballos...”. “El que me tilde de defensivo, que tire de hemeroteca y mire mis números”, sentenció.

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