Ya tuvo una desagradable experiencia en el Murcia, donde fue uno de los damnificados por un Expediente de Regulación de Empleo, y por eso vive la situación actual del Córdoba con una perspectiva distinta a la de la mayor parte de sus compañeros. Alberto García admite que cuando las dificultades financieras afectan a un club y, por consiguiente, a los sueldos de los jugadores, resulta "difícil asentarte, pero en el caso del Córdoba veo a la gente muy involucrada en el tema deportivo, constante en el trabajo y demostrando una gran profesionalidad". "Es una situación incómoda, porque no se sabe bien lo que va a ocurrir, pero todos somos una piña", explicó ayer el guardameta en los micrófonos de Canal Sur.

El jugador catalán, que ha sufrido en carne propia los estragos de la crisis económica en el mundo del fútbol, reflexiona sobre los derroteros que está tomando este deporte. "Tenemos que partir de la idea de que algo se ha hecho mal para llegar a esta situación, porque no es normal que una liga tan importante como la española tenga más clubes en proceso concursal que ninguna otra en Europa", indica García, quien ve claro que "las reglas del juego tienen que cambiar, porque no se puede mantener una situación que mancha el buen nombre y la imagen de la competición de fútbol en España". ¿Y cómo se consigue? Ahí está el secreto de la cuestión. Alberto García admite que se trata de un problema complejo, con muchas implicaciones e intereses, pero apunta que "hay gente en nuestro país con las suficientes cualidades como para encontrar la fórmula de revertir esta situación".

García no siente que en la plantilla del Córdoba pueda haber una disminución del rendimiento por causas económicas. Al contrario, más bien. "Nos sentimos involucrados en esta causa, que más que aun club afecta a toda una ciudad que está volcada en su equipo. Yo he vivido esta situación en otros sitios y puedo decir que aquí veo a todo el mundo muy volcado en sacar las cosas adelante, arrimando el hombro y con mentalidad positiva", manifiesta.