Cordoba cf

La fiesta es para otros

  • La expedición completó a las 07:30 el amargo viaje en autocar desde Mendizorroza, donde encajó un nuevo golpe · No hay tiempo que perder, porque van tres derrotas y el sábado llega el Sevilla Atlético

"Después de perder, el largo viaje se hace todavía más largo". El testimonio de Pierini era obvio. Al Córdoba se le ha empinado la cuesta en este inicio de temporada, emborronado por un pleno de derrotas: Hércules (0-3), Tenerife (2-1, en la Copa del Rey) y Alavés. El 1-0 encajado el domingo en Mendizorroza silenció el incómodo regreso en autocar desde Vitoria, con llegada a eso de las 07:30. Una paliza física y un revolcón emocional para una plantilla que seguramente no estaba concienciada para asumir un arranque tan decepcionante.

Hoy habrá doble sesión. Y ayer, día festivo en Córdoba, no todos se tomaron el día libre. José González acudió por la tarde a El Arcángel para supervisar, en compañía de Cortijo, Esaú, Jorge y el doctor Bejarano, el entrenamiento programado para los no convocados el pasado fin de semana: Fernando López, Ceballos y Endika -Aurelio y Yordi continúan al margen, recuperándose de sus lesiones-. También saltaron al césped Ito, Pepe Díaz, Arteaga y el canterano Fran, al tiempo que Pierini y Asen se ejercitaron en el gimnasio. El gaditano se retiró pronto para reflexionar con el capitán, dejando la sesión en manos de sus ayudantes.

El grupúsculo de futbolistas y técnicos se entretenía con los rondos de rigor cuando Emilio Vega salió por la bocana de vestuarios. El director deportivo apareció con las botas puestas, en el sentido literal de la palabra, para correr por el perímetro del campo. Trotando, con los rizos al viento, el leonés daba vueltas y quizá daba vueltas a los afilados comentarios que hablan de un plantel descompensado. El mercado se cerró y el cacareado mediapunta no llegó, aunque el club puede contratar a jugadores sin equipo. Pavoni, por ejemplo.

El Córdoba amaga con acostumbrarse a perder y la afición no se acostumbra a sufrir, a pesar de los pesares. Echando la vista atrás, la serie de derrotas consecutivas se eleva hasta cinco: el amistoso en Puertollano, el partido de presentación ante el Recreativo de Huelva y los tres encuentros oficiales disputados hasta la fecha. El vestuario está ansioso por obtener un triunfo que neutralice el desánimo. Podría ser el próximo sábado, en casa y frente al Sevilla Atlético. Es factible. La situación es muy similar a la del ejercicio anterior: después de una puesta en escena dubitativa (empates con el Celta y el Nàstic, goleada en Málaga y fiasco copero por culpa del Cádiz), el filial nervionense fue la primera víctima en la volátil etapa de Paco Jémez.

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