El Córdoba, afanoso, opaco, dio otro pasito hacia la salvación. Quizá la mayoría daba el empate por bueno antes de jugar, teniendo en cuenta la trayectoria de unos y otros y el cúmulo de bajas en el bando blanquiverde, pero el transcurso del partido demostró que no era imposible ganar en Las Palmas. Sin embargo, el equipo se muestra inútil a la hora de plasmar sus argumentos ofensivos: lleva 17 goles en 19 jornadas. Ni contra once, ni contra diez desde el minuto 37, el conjunto de Luna Eslava vio la luz para batir a Santamaría. Y cuando lo hizo, Bernabé García anuló el tanto. Así que el técnico optó por guardar la ropa en los compases finales, cuando Ceballos equilibró las fuerzas con su segunda amarilla. Ya se sabe que la puerta a cero siempre te garantiza un punto.

DEFENSA

Luna confió la estabilidad defensiva a la línea de cuatro integrada por Ceballos, Gaspar, Pierini y Rubén. Por detrás tenían a Raúl Navas: está claro que, si no media catástrofe, él es el portero del Córdoba. El doble pivote formado por Ito y Katxorro arrojaba dudas en la contención, y lo cierto es que sufrieron bastante con la calidad de la medular de la Unión. Les salvó que Miguel García, precisamente en la fase en que el pivote se estaba haciendo con el mando del partido, se fue a la calle.

Con uno más, al Córdoba no le costó tanto contener a Las Palmas. No obstante, Pablo Sánchez llevó peligro por su carril hasta el final, e incluso provocó una peligrosísima falta de Aurelio -recurso de urgencia por la roja a Ceballos- en el minuto 95. Además, Javier Vidales tiene a sus órdenes a Marcos Márquez, pichichi con 12 dianas. Las mismas suma el zaragocista Ewerthon, a quien los jugadores blanquiverdes ya tienen en el horizonte. Viene el líder; nadie dijo que la permanencia fuera fácil. Al menos, el bloque ha ganado en autoestima al cerrar la portería, algo que sólo había sucedido en cinco jornadas -todas ellas con José González al frente- previamente.

ATAQUE

Tras probar el rombo en sus dos primeras comparecencias, ambas saldadas con derrota, Luna Eslava ya lleva dos partidos con el 4-2-3-1 como esquema de salida. El gran damnificado es Asen, relegado a la suplencia para que Javi Flores actúe con libertad, por detrás de Yordi. El de Fátima volvió a ser el cordobesista más activo en ataque; especialmente, a raíz de la expulsión de Miguel García, generada por él. Las Palmas perdió al bastión de su 4-1-4-1 y quedó al amparo de dos medios creativos, Nauzet Alemán y Jorge. Vidales tampoco recobró el dominio con los cambios.

Sin embargo, al Córdoba le faltó pegada. Tuvo muchos más acercamientos al área que ocasiones: Santamaría no resultó decisivo, ni mucho menos. Luna Eslava buscó alternativas con la entrada de Asen, pero ni el madrileño ni Flores hallaron el resquicio determinante. Tampoco Katxorro, que no pasó del aprobado en su regreso. Yordi apenas remató y Gastón Casas emuló al isleño. José Vega, timorato, celebró el autogol de David García… pero no subió el marcador.

VIRTUDES

El Córdoba ha enlazado dos jornadas sin perder ante rivales de fuste, la Real Sociedad y Las Palmas. Poco a poco va creyendo en sí mismo.

TALÓN DE AQUILES

El miedo a perder lastra a un equipo que no exprime su potencial ofensivo. Luna Eslava debería imponer el rondo como ejercicio básico en los entrenamientos: hay que tocar con más rapidez y precisión para no ser un conjunto previsible