"Podíamos haber visto otro partido". Lucas Alcaraz se quedó con las ganas de contemplar desde la grada de El Alcoraz la tercera victoria consecutiva del Córdoba (2-0). Lesma López impidió a su equipo jugar con uno más contra el Huesca desde el minuto 21 al convertir en amarilla un lance merecedor de expulsión por un derribo del central Corona a Pepe Díaz tras un robo de balón del cordobés, y además le obligó a nadar a contracorriente al dar como legal el 1-0, obra de Tariq a raíz de una falta de Luis Helguera a Alberto García en el área pequeña: el coto privado de los porteros.

El entrenador blanquiverde no ocultó en la remozada sala de prensa del estadio oscense su malestar por la actuación arbitral. Desde el principio incidió en que "hay una jugada clarísima de expulsión, era el último hombre, y en la jugada del gol para mí cargar al portero en el área pequeña es falta. Y a partir de ahí, eso, sumado a la multitud de ocasiones que hemos fallado, hace que no hayamos entrado en el partido". "Me hubiera gustado ver el partido con la expulsión, me hubiera gustado ver el partido sin el gol, y me hubiera gustado ver el partido si, una vez que se pone así, hubiéramos sido capaces de hacer el 2-1", añadió el granadino, sabedor de que el CCF fue "perdiendo intensidad en la segunda parte merced a muchas circunstancias. Pero la jugada clave para eso es la jugada de la expulsión". "En el minuto cinco hemos tenido un mano a mano (de Pepe Díaz con Andrés Fernández), y en este tipo de partidos el que se adelanta tiene mucho ganado. En los primeros 20 minutos podíamos habernos puesto por delante. No ha sido así, no hemos cobrado la ventaja numérica, y aparte nos han hecho el gol", matizó.

Alcaraz habló con solemnidad, poniendo los puntos sobre las íes pero sin salirse de un discurso sereno. Sus jugadores se desahogaron con más vehemencia, con mención especial para Charles. Al ex del Pontevedra le amargaron su 27 cumpleaños, que celebrará hoy con la resaca de un tropiezo que considera inducido. El punta de Belem aseguró antes de iniciar un amargo desplazamiento en el regreso por carretera que "empezamos bien el partido, pero el árbitro no nos dejó ganar. Todos han visto que la falta a Pepe era expulsión sí o sí, y dentro del campo sientes impotencia porque quieres y el árbitro no te deja". "Es expulsión aquí y en Brasil, no hay otra. En el gol no sé si es falta a Alberto (García) o no, pero así no se puede", insistió.

Tena expresó su disgusto por "la jugada clarísima de roja directa. Esa jugada sentencia el partido". Minutos después, en el 37', Onésimo hizo un cambio poco habitual: Echaide suplió a un Corona que caminaba sobre el alambre. "Su entrenador está listo y lo quita para que no lo expulsen, llevaba ya tres entradas de amarilla", advirtió el zaguero castellonense, para quien "el árbitro ha estado casero. Han sido muchas decisiones que han tirado para el equipo de casa".

"Todos sabemos que hay una ley y al portero en el área no se le puede tocar, y a mí me empuja", censuró Alberto García, contrariado porque "este partido lo hemos jugado muchas veces con esa situación a los 20 minutos, y siempre ha acabado en roja menos hoy -por el sábado-". "Es lo malo de este deporte a veces, que te las tienes que comer, y hay que seguir con el partido siguiente como si no pasara nada", concluyó. Por su parte, Fuentes manifestó que "el árbitro ha sido un poco de la casa, pitaba muy fácil. Pero ya no hay remedio".

Queda el consuelo, vano, de que el criterio de Lesma López no está siendo la tónica en esta Liga. Porque en las 32 jornadas disputadas el Córdoba ha jugado 224 minutos en superioridad numérica: cuatro expulsiones frente a las once rojas a adversarios.

En la segunda fecha, Javi Fuego vio la segunda amarilla en el 84', aunque el Rayo culminó su remontada con el 2-3 en el descuento. En Cartagena, ya con el 1-2 definitivo fueron expulsados el local Cala (64') y Beobide (86'). Una semana después, Muniesa se fue a la ducha pronto (41') y allanó así el camino de un equipo que ya ganaba y marcó el segundo tras la reanudación.

No hubo influencia a raíz de las rojas a Oriol Riera (85') en Soria (1-1) ni Samuel (88') y Jorge Luque (89') en Alcorcón (2-1). Tampoco en el 0-0 con el Villarreal B, en el que el CCF jugó contra diez desde el 35' por una dura entrada de Charles; acabaron en paridad por la segunda cartulina a Coria (79').

La Ponferradina (3-3) y el Salamanca (2-0) también terminaron con uno menos en El Arcángel por la doble amonestación a Redondo (82') y Arbilla (88'), en ambos casos sin reflejo en el tanteador. Poco que ver con las rojas directas a David Lombán (Xerez, 19'), ya que el Córdoba pasó del 1-0 al 1-3, Clavero (Cartagena, 17', del 1-0 al 2-0) y Melli (Tenerife, 49', del 1-1 al 1-2; ya en el 91' fue expulsado Pablo Sicilia). Ahí sí, la viveza de Charles y Pepe Díaz decantó la balanza.

En Elche, Jaime Latre no castigó un penalti de Carpio a Charles en los primeros compases (12') ni una agresión del lateral derecho al brasileño con 1-0 (42'). En Huesca, Lesma López perdonó la vida a Corona tras una pérdida ante Pepe Díaz, que se iba solo hacia el portal de Andrés Fernández. Y así, en el marco de encuentros muy competidos como son los de Segunda en su mayoría, es mucho más difícil ganar. Ajustándose a su cargo, Onésimo no compartió la opinión de Lucas y desvió la atención argumentando que "Pepe Díaz ha podido ver las dos amarillas muy claras, y Tena también".

Lo cierto es que los pequeños grandes detalles que constituyen las decisiones arbitrales orientan los partidos. Por ejemplo, el Córdoba se repuso a la roja a Alberto García (57', del 1-1 al 2-1) en la eliminatoria copera contra el Rayo, pero su derroche ya no le bastó cuando Tena fue expulsado por cazar a Valerón en Riazor antes de encarar la prórroga (del 1-1 al 3-1). Desde entonces sólo le queda la Liga. Seguramente, en las diez últimas jornadas del campeonato habrá más piedras por el camino.