El francés Cyril Dessel se adjudicó la segunda etapa alpina disputada entre Cuneo y Jausiers, una jornada en la que el luxemburgués Frank Schleck mantuvo el jersey amarillo y su compañero Carlos Sastre pasó al cuarto puesto de la general.

Dessel, de 33 años, cumplió un sueño que se inició en 2006, año en que se vistió de amarillo en el Tour pero sin ganar ninguna etapa. Ya la tiene tras imponerse por velocidad en un sprint entre cuatro a su compatriota Sandy Casar, a David Arroyo y a Popovych, los supervivientes más destacados de la fuga de la jornada.

Franck Schleck llegó con el maillot amarillo a buen recaudo a 1.28 del ganador junto a su hermano Andy, Carlos Sastre, Berhnard Kohl, Cadel Evans, Alejandro Valverde y Damiano Cunego. Faltaba Denis Manchov, el perjudicado de la jornada con un regalo de 35 segundos a sus rivales directos. Peor le fue a Vandevelde, que cedió 4 minutos, por lo tanto es el primer eliminado. El despiste de Menchov y el hundimiento de Vandevelde alteraron la general. Permitieron a Sastre pasar del sexto al cuarto lugar, a 49 segundos del líder y Alejandro Valverde y Samuel Sánchez adelantaron una posición. No cambiaron los puestos de honor, con Schleck al frente de la general, seguido del austríaco Kohl y del australiano Cadel Evans.

La primera gran oportunidad para los escaladores no convirtió el asfalto alpino en un campo de batalla. El CSC sacó la propina de Menchov, pero no logró inmutar a Evans, rival a batir, ni a Kohl, implacable con su maillot de faralaes que le acredita como provisional rey de la montaña. El juez será el Alpe d'Huez, donde no valdrán las medias tintas

El Tour dejó la ciudad italiana de Cuneo con un sol radiante y anuncio de calor sofocante en los Alpes. El presidente de la Agencia Francesa de lucha Antidopaje Pierre Bordry, el coco de los ciclistas, comentó en la salida que no tenía más positivos encima de la mesa. Buena noticia en el momento de quitar el precinto a la segunda etapa alpina, que prometía zafarrancho de combate.

Los ataques no se hicieron esperar camino del Col de la Lombarde. Stefan Schumacher, aquel alemán del Gerolsteiner que arrasó en la contrarreloj de Cholet y se enfundó el maillot amarillo dos días, se despegó del primer grupo en fuga en las primeras rampas del puerto y emprendió su viaje particular en solitario a la conquista del primer alto del día.

Schumacher estrenó el inédito Lombarde tras 21 kms de ascenso. Por la cúspide, que puso al Tour de nuevo en Francia, pasó un grupo de 31 corredores con vigilantes de los favoritos a 4 minutos. Allí estaban Flecha, Arroyo y Gutiérrez del Caisse d'Epargne y Zubeldia y Txurruka del Euskaltel, entre otros.

Próxima estación alpina, el Col de la Bonette Restefond, techo del Tour.

La carretera más alta de Europa, a dos pasos del cielo, arruinó a Schumacher y seleccionó el grupo que iba a luchar por la victoria de etapa y por la general. En éste, el CSC, tirando en cabeza del pelotón, no logró quitarse de encima a Kolh, Evans y Menchov, y eso que Andy Schleck, en un ascenso imperial, lo intento con un ritmo asfixiante. Sufrió Valverde, que pasó las de Caín en el último kilómetro, pero logró soldarse.

John Augustyn del Barloworld puso su nombre en el palmarés del Restefond junto al de Bahamontes y Millar, sus únicos conquistadores. Perseguido por Popovych, David Arroyo, Dessel y Casar, el surafricano se cayó por un terraplén en el descenso. Susto inmenso. Hubo de emular a Juanito Oyarzábal para volver a la carretera, milagrosamente ileso. En la misma curva casi se sale también Cadel Evans.

El cuarteto de cabeza no cedió ante el empuje de los perseguidores. David Arroyo atacó pero Dessel fue el más rápido e inteligente con un ataque final que le dio la primera victoria de su carrera deportiva en el Tour y la cuarta de la temporada.

Por detrás los gallos volaron para meterle tiempo a Menchov. Dirigidos por el kamikaze Samuel Sánchez en la bajada, se juntaron en el repecho final que conducía a meta. Todos menos Menchov, que dio pistas para el Alpe D'Huez. Ahora espera la etapa del siglo.