Lo importante es participar. Que me lo digan a mí. Como no podía ser de otra forma, el equipo de la prensa cayó con honor en el tradicional amistoso navideño ante el conjunto de técnicos y empleados del Córdoba, que se aferró a la contundencia de Mariano Mansilla júnior (anotó cuatro goles) para amarrar una victoria que llegó a estar en entredicho en el primer periodo. De hecho, un tal Raúl Díaz falló un penalti con 0-0 en el marcador -Alfonso Hidalgo realizó una intervención memorable, o casi- y la selección de periodistas aguantó el resultado inicial hasta el minuto 23, pero Mansilla terminó abriendo la lata y a partir de ahí el campo se hizo demasiado amplio para todos: los que tocaban y tocaban y los que no la olían.

Fue una jornada, al margen del 6-1, para estrechar lazos entre los que informan y los que generan noticias. Los cordobesistas Javi Flores, Javi Moreno y Juanlu, así como el vicepresidente Antonio Rodríguez Carretero o el delegado, Manolo Torralbo, no se lo perdieron. Cada uno animó a su modo, dejando entrever sus filias y sus fobias.

Al combinado de plumillas le sirvió de poco contar con el auxilio de tres miembros del club: el director de marketing, Carlos Hita, y dos de los componentes del departamento de comunicación, Isabelo Bejarano y Rafa Barroso. El jefe de prensa sufrió en sus carnes el carácter competitivo de Luna Eslava, que se gustó como central e incluso firmó una diana en una incorporación al ataque. Eso sí, para detalles de calidad los centros y cambios de orientación del director deportivo, Emilio Vega, y Rafa Navarro.

Pudo ser y no fue, y al final ocurrió lo de siempre: goleada y perol de confraternización. Por cierto, si algún día disponemos de otro penalti, haré el ademán de tirarlo... aunque no creo que me dejen.