Liga bbva

Se enciende la alarma (0-2)

  • El Córdoba sufre su tercer revés consecutivo en el derbi con un firme Xerez. La grada, desencantada, despide al equipo con silbidos y pañuelos por su peor partido de la temporada

El Córdoba no arranca, más bien se ha gripado. El partido que debía suponer un punto de inflexión después de dos derrotas sobre la bocina retrató a un equipo encogido y superado por un Xerez práctico y bien plantado, que se llevó el derbi andaluz con solvencia merced a una acción a balón parado y un contragolpe de libro. Como mandan los cánones cuando un conjunto actúa como visitante. Con un triste punto en los cuatro primeros encuentros de Liga, el cordobesismo tiene motivos para preocuparse. Ayer, la afición expresó su desazón con pitos y pañuelos en un estadio que se fue vaciando sin remisión. El sorteo copero del miércoles se antoja un oasis en el desierto blanquiverde.

Alcaraz sorprendió al mantener en el once a Camille, cuestionado por el último gol en Vigo, en detrimento de Fuentes. Las otras novedades en la alineación estaban previstas: Tena en el centro de la defensa y Pepe Díaz arriba. El de Almodóvar sólo tardó un minuto en hacer de las suyas, arrancando una amarilla al central David Lombán. También había dudas en la zaga cordobesista, pues Agus se lió y perdió un balón comprometido que Mario Bermejo no explotó. Antes, Lledó había rebañado la pelota con Usero presto para remachar en el segundo palo una falta botada por Jonathan Sesma.

Había zozobra en torno a los dos porteros, ya que ambos equipos han encajado demasiados tantos en este arranque de campeonato. Charles dejó una rabona, una delicatessen que envalentonó a la grada. Y Pepe Díaz cazó un rebote y, tras controlar, tiró alto. En el área contraria, José Mari reclamó penalti por un agarrón de Beobide. El Xerez se mostraba más fiable con la pelota gracias a la cabeza levantada de Capi, pero Arteaga empezó a aparecer y su equipo, más eléctrico, lo agradeció saliendo de la cueva.

El irregular césped de la banda de los banquillos, la de Camille y Sesma en el primer tiempo, aconsejaba maniobrar por otras zonas. Aunque no había ocasiones claras y el juego fue aturullándose, el gol sí rondaba por El Arcángel porque los dos conjuntos cuentan con atacantes de muchos quilates. Y porque la pizarra está a la orden del día. Unos y otros se respetaban, cautelosos.

Charles seguía ofreciendo detallitos interesantes, como una dejada que Jonathan convirtió en un zapatazo al cuerpo de Lombán. El canario también cargó con una tarjeta al lateral diestro, Redondo. A la media hora, Lledó repelió un obús centrado de Gerardo en una contra que vino a aliviar el gigantesco barullo en la medular.

El partido estaba equilibrado y se rompió en una acción a balón parado. Pablo Redondo la puso desde el banderín, el incombustible Vicente Moreno (35 años) impuso su 1,88 para cabecear con demasiada comodidad y Raúl Navas, perjudicado por el sol ante la inexistencia del Fondo Sur, hizo la estatua. El CCF, aturdido, empezó a deambular, acumulando imprecisiones. El calor era sofocante y el equipo necesitaba pasar por la caseta para refrescar las ideas. El árbitro pitó y Lucas enfiló el túnel de vestuarios con celeridad.

Sin cambios entre los 22, un centro inocuo de Camille y un latigazo lejano de Mario Bermejo inauguraron la segunda parte. Jorge Luque, relevo de Beobide, fue el primer recurso desde la reserva con el objetivo de incrementar la creatividad. Más elaboración, menos destrucción. Tras un testarazo forzado de Charles, el de Las Palmeras probó desde la media luna y Lledó mandó a córner con una gran estirada. A renglón seguido, Juanmi Callejón suplió a un Jonathan Sesma que se está acostumbrando a no terminar los partidos por su falta de fuelle.

El Xerez Deportivo administraba su exigua renta con la pausa de Capi. Bermejo puso el dedo en la llaga al cabecear dos saques de esquina consecutivos y Agus quedó amonestado por impedir una cabalgada de José Mari. El de Bonete estaba nervioso, como Arteaga. Varias señales negativas para un anfitrión inconsistente. El público, anestesiado, animaba poco y pitaba esporádicamente. A los seguidores azulinos se les escuchaba más.

La reacción requería más ritmo, pero el Córdoba no era capaz de imprimirlo. Jorge Luque no conectaba con sus compañeros. Y el Xerez merodeaba el área de Raúl Navas, que en el 70' salvó el segundo con un paradón en un tiro a bocajarro de Pablo Redondo.

Quedaba poco más de un cuarto de hora cuando Javi López movió sus piezas con Raúl Llorente. Se perdió la clase de Capi. Por entonces, Arteaga y Callejón habían intercambiado sus posiciones. El CCF, paciente, tocaba de banda a banda, pero su juego era plano, sus pases no rompían las ordenadas líneas azulinas. Y la grada, quemada, estalló con el enésimo envío defectuoso de Agus.

Recién amonestado, Tena dejó su sitio a Oriol Riera. Un delantero por un defensa. El catalán lo intentó con un disparo sin mordiente en su primera intervención. Al mismo tiempo salió Antoñito, el nexo en la transición que, iniciada por Mario Bermejo y culminada con sutileza por Pablo Redondo, plasmó un 0-2 revelador.

El Córdoba no bajó los brazos, aunque siguió atacando a trompicones, sin pies ni cabeza. La gente desertó, muchas butacas quedaron sin dueño en la recta final de un derbi al que le sobraron los tres minutos de descuento. Una desangelada pañolada con música de viento castigó a un equipo que, instalado en la depresión con un solo punto en cuatro jornadas y tres derrotas consecutivas, probablemente caerá a la zona de descenso esta tarde. Es pronto, pero ya escuece.

Ficha técnica:

0 - Córdoba: Raúl Navas; Gerardo, Agus, Tena (Oriol Riera, m.80), Camille; Arteaga, Usero, Beobide (Jorge Luque, m.52), Jonathan (Callejón, m.55); Charles y Pepe Díaz.

2 - Xerez: Lledó; Juan Luis Redondo, Lombán, Vicente Moreno, Mendoza; Pablo Redondo (Óscar Díaz, m.86), Cordero, Barber, Capi (Raúl Llorente, mn.73); José Mari (Antoñito, m.80) y Mario Bermejo.

Goles: 0-1, M.34: Vicente Moreno. 0-2, M.83: Pablo Redondo.

Árbitro: Martínez Munuera (Comité valenciano). Amonestó al cordobesista Agus y a los xerecistas David Lombán y Redondo.

Incidencias: Partido disputado en El Arcángel ante unos ocho mil espectadores, entre ellos unos quinientos seguidores del Xerez. Terreno de juego en malas condiciones. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Rafael Mena, jugador del Córdoba en la década de los sesenta.

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