BALONCESTO l NBA

Una dinastía de espaldas al éxito

  • Los Detroit Pistons baten el registro de los 'Bad Boys' originales al clasificarse para su sexta Final de Conferencia consecutiva, de las cuales sólo ganaron dos · El último anillo de campeón data de 2005

Es la historia de un mismo equipo, que se desdobla en dos etapas y recorren caminos paralelos, aunque opuestos. Los Detroit Pistons lograron esta semana una plaza en la Final de la Conferencia Este. Es su sexta consecutiva desde 2003, lo que supone un récord en la franquicia de Michigan, toda vez que superan las cinco disputas consecutivas del título del Este logradas por los Bad Boys originales, entre 1987 y 1991. El mítico grupo -Thomas, Dumars, Laimbeer, Rodman, Vinnie Johnson, Salley...- se enfrentó a los poderosos Lakers y Celtics antes de acreditar un bicampeonato interrumpido abruptamente por la eclosión de los Bulls de Jordan. Los Pistons contemporáneos recorren un camino regresivo: campeones por sorpresa en 2004, desde entonces luchan por un anillo para el que siempre son favoritos, aunque nunca con éxito.

No obstante, a pesar de las sutiles diferencias, el paralelismo entre los Bad Boys originales y el grupo que dirige actualmente Flip Saunders son evidentes. No en vano, el creador de la plantilla de los de Michigan es Joe Dumars, leyenda de la franquicia, campeón en 1989 y 1990 y MVP de las Finales del 89. Dumars, en el cargo desde 2002, ha confeccionado el grupo más consolidado de la Liga. Así, cuatro de los cinco miembros del actual quinteto titular de los Pistons ya formaban parte del cinco inicial en 2004, cuando fueron campeones: Chauncey Billups, Richard Hamilton, Tayshaun Prince y Rasheed Wallace. La plaza de pívot es la única variable: Ben Wallace fue el center titular entre 2003 y 2006, un hueco que ocupó el pasado curso Chris Webber y, en el actual, el veterano Antonio McDyess. Esa continuidad en el bloque, que se podría ampliar a Linsay Hunter, un veterano especialista afincado que ha disputado doce de sus 15 campañas en la Liga con Detroit, ha permitido que el equipo sume ya siete años viviendo por encima de las 50 victorias a pesar de los cambios de técnico, generalmente traumáticos. El estilo de los Pistons no lo define el entrenador, sino el General Manager Joe Dumars: defensa intensa, talento exterior, fortaleza interior y rotaciones sólidas. Exactamente, la misma receta que empleó Chuck Daly para crear a los Bad Boys.

Dumars, además, ha fomentado el sentido de equipo contratando suplentes hábiles. En 2003, año de la primera de las seis Finales de Conferencia consecutivas, Corliss Williamson ejerció de exitoso sexto hombre. Un vistazo al banquillo del equipo que fue campeón en 2004 explica por qué pudieron con los Lakers del Fab Four: Williamson, Okur y Hunter ejercían de segunda unidad del grupo. Antonio McDyess y Carlos Delfino aportaron su calidad en 2005, mientras que en 2006 el principal argumento de los Pistons desde el banquillo fue el sorprendente Maurice Evans. Ronald Murray y Jason Maxiell dieron potencia a la segunda unidad de Michigan el pasado curso, mientras en el actual, Maxiell repite junto a Rodney Stuckey y el polivalente exterior Jarvis Hayes, fichado el pasado verano tras cuatro años en los Washington Wizards.

De esta manera, Dumars ha configurado el grupo más sólido de la NBA, con permiso de los Spurs, y también el más decepcionante. Sin ninguna estrella mediática, el que fuera Asesino silencioso de la franquicia de Michigan sigue creyendo en un bloque que ha conseguido renovar paulatinamente, a pesar del sobresaliente error de elegir, en el Draft de 2003, a Darko Milicic por encima de Carmelo Anthony, Dwyane Wade o Chris Bosh. Quizá ésa es la diferencia, el germen de la frustrante racha. A pesar del casual anillo de 2004, cuando los Pistons derrotaron a los Lakers de Bryant, O'Neal, Malone y Payton , Detroit siempre ha sucumbido cuando el rival tenía entre sus filas a un auténtico jugador franquicia. Sucedió ante San Antonio, con Duncan; frente a Miami, con Wade, y, hace un año, ante los Cavs de James. Ahora, los Pistons esperan rival. Será, de nuevo, James y sus Cavs o la estelar tríada de Boston: Garnett, Pierce y Allen. Y tal vez este año ya tengan aprendida la lección.

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