Tres victorias consecutivas, una línea ganadora, un estilo propio, las piezas engrasadas… Definitivamente, el BC2016 está en su mejor momento de la temporada, unas sensaciones que deberá refrendar ante el Hospitalet en el choque que puede proyectar a los bermellones hacia una nueva dimensión.

Porque si el de Navarra fue la prueba de la verdad, el duelo ante los catalanes es el de la esperanza y, por qué no, el del inicio de los sueños. Sólo hay que echarle un vistazo al calendario para echar cuentas. Tras el partido de hoy llegará el desplazamiento a la cancha de un titubeante Gijón antes de cerrar el año y de comenzar un mes de enero que, con cuatro partidos como local podría dar un empujón al Cajasur hacia la zona de play off.

Pero antes de que a la lechera se le caiga el cántaro hay que echar el balón al suelo y pensar que, pese a esa serie ganadora, el BC2016 sigue metido en problemas, aunque con ese 5-7 haya tomado algo de aire. Lo mejor es que en estas tres semanas, el equipo ha encontrado un patrón de juego, ya sabe a lo que juega. Puede que guste más o menos y que no sea una delicia para los sentidos, pero gana, que ya es bastante. Tras un arranque algo titubeante, en el que los partidos se jugaban sin un guión fijo y en el que el equipo se vio asaltado por múltiples dudas, Gomariz ha encontrado el camino, que no es otro que el suyo, el de toda la vida: defensa a muerte, posesiones largas y tiros sólo en las mejores opciones. Y por el momento, la cosa marcha.

Sólo hay que echarle un vistazo a los números. En la jornada 9, con el equipo penúltimo (2-7), el Cajasur era la tercera peor defensa con 78 puntos por partido. En los tres últimos encuentros ese registro se ha reducido a 62 ¿Es estético? Quizás no, pero dejando al rival en 60 puntos, las opciones de ganar aumentan exponencialmente.

Ésa será la mejor medicina para frenar a un Hospitalet que, con una media de 80 puntos, es el tercer mejor ataque de la LEB Plata. Un ejército de legionarios del baloncesto catalán apuntalado por James Holmes (17.5 puntos por partido) y Jeff Palmer (11.6 puntos, 7.5 rebotes) ha llevado al cuadro barcelonés a un puesto noble.

Otra incógnita planea sobre el partido. ¿Será la última oportunidad de ver a Ricky Sánchez en Córdoba? Su contrato expira el 4 de enero y el sábado 20, tras el choque en Gijón, cogerá un vuelo hacia San Juan, aunque todavía no se sabe si el billete es de ida y vuelta. Los directivos del BC2016 siguen moviéndose porque sólo si llega un empujón económico de última hora, Ricky seguirá vistiendo de bermellón en 2009. Si no, habrá sido un bonito cuento aunque todavía, colorín colorado, no se ha acabado.