Pocas veces una derrota ha dejado un sabor tan dulce en las filas de un Ars que por fin puede respirar tranquilo. Porque el conjunto de Palma del Río, pese a caer en la pista del ya descendido Ca'Mario Lanzarote (33-31), selló su permanencia en la División de Honor Plata por la derrota del Villa de Aranda en Barcelona (22-15), por lo que la última jornada será una fiesta en El Pandero.

Al Ars le costó entrar en el partido y a los cinco minutos ya estaba cuatro goles abajo ante un rival que quería despedirse de la mejor forma posible de su afición, en su última cita en casa de la temporada. Los palmeños tardaron un mundo en reaccionar, hasta llegar a verse doblados en el marcador, pero una exclusión local les abrió una ventana para meterse en el partido, con cuatro goles consecutivos que no tuvieron continuidad.

Porque el Lanzarote, con el juego de siete, volvió a mostrarse más sólido y eso le llevó a disfrutar siempre de rentas por encima de esos cuatro tantos. Así fue hasta el ecuador de la segunda mitad, cuando una doble superioridad permitió al Ars empatar a 28 a falta de algo más de seis minutos. El partido entró entonces en una nueva dimensión, más igualada, que los locales sólo pudieron romper en el último minuto para ganar.