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10 cuestiones de fe

  • El CCF enfila la recta final de la Liga con 41 puntos, a siete del 'play off' y con diez sobre la zona de descenso · Nunca ha ganado tres partidos consecutivos ni dos seguidos en casa

Lo advirtió Luis Aragonés: las ligas se deciden en los diez últimos partidos. Lo hecho hasta entonces sólo es la base sobre la que configurar el producto final. En el caso del Córdoba 10-11, sus 41 puntos después de las 32 primeras jornadas dictan un remate de campeonato sin sobresaltos, ya que los de arriba están bastante lejos (el Cartagena, límite del play off, le saca siete puntos) y los de abajo no tienen pinta de inquietarle (el Salamanca, cuarto por la cola, suma diez puntos menos y además con el goal average particular perdido). Que el desenlace de la temporada conlleve emociones fuertes pasa por una gran racha de resultados, algo que se le resiste a un equipo que como mucho ha estado siete jornadas sin perder (de la 5 a la 11, inclusive) y todavía no ha ganado tres partidos consecutivos ni dos seguidos en casa. La primera estadística volvió a escapársele en Huesca; la segunda la tiene al alcance de la mano, ya que el Alcorcón visitará El Arcángel este domingo sabiendo que el Nàstic cayó en el precedente.

Al Córdoba le está faltando regularidad para engancharse a la pomada del ascenso. O, mejor dicho, a la del play off, porque parece que sólo hay tres candidatos para las dos plazas directas: Rayo Vallecano, Betis y Celta. El bloque que cosechó hasta diez empates en la primera vuelta vive en una montaña rusa en la segunda: una sola igualada entre triunfos y derrotas a partes iguales (cinco).

Así, simplemente ganando y perdiendo, el CCF se plantaría en 56 puntos al final del torneo. O sea, uno más que los 55 de la campaña pasada, que le permitieron firmar la mejor clasificación desde 1976 con esa décima posición en Segunda. En la actualidad, el nuevo sistema con las eliminatorias por el ascenso introduce otra dimensión en las fechas definitivas, ya que serán muy pocos los encuentros sin nada en juego por arriba y/o por abajo. Mientras los tres de la cima van a lo suyo en una pelea con mucho dinero en liza, hasta 17 equipos juegan a ser perseguidores o perseguidos y el Salamanca, el Albacete, el Tenerife y la Ponferradina acumulan muchas papeletas para bajar a Segunda B.

Las decepciones han torpedeado la moral del Córdoba, que hasta en tres ocasiones ha dejado escapar la oportunidad de hacer un pleno de nueve puntos (algo inédito con Lucas Alcaraz, tanto en el presente campeonato como en el anterior): 1-1 en Soria tras las primeras victorias en Cartagonova y ante el Barcelona B, 4-1 en el Mini Estadi después de conquistar Chapín y repetir a costa del Cartagena y el 2-0 en El Alcoraz, que interrumpió la escalada de un conjunto que venía de dejar malheridos al Tenerife y al Gimnàstic. Ese dato negativo engarza con otro, el hecho de que El Arcángel no haya disfrutado de dos triunfos seguidos en esta Liga (sin ir más lejos, el equipo ganó sus tres primeros partidos en casa en la 09-10).

Pero el Córdoba no desfallece. En Huesca se le escapó una ocasión de oro para colocarse a cuatro puntos del play off con 30 por delante. Aún es posible, aunque todos esgrimen la extrema dificultad del reto. La empresa es más factible sin la ansiedad de verse cerca del peligro, ya que el Salamanca anda moribundo con sus 31 puntos; del Albacete (28), el Tenerife (28) y la Ponferradina (25), ni hablamos. Y este año será más difícil sumar en abril o mayo, porque casi todos se estarán jugando algo.

A pesar de los pesares, con el club negociando arduamente con los acreedores (sobre todo Hacienda y la Seguridad Social) para aplazar la deuda (tres millones de euros a corto plazo, ocho y medio a largo) y no tener que recurrir al trance de la Ley Concursal, los jugadores están dando la cara. A pesar de que les deben dos nóminas. El primero en dar ejemplo es Alcaraz, que el domingo, en un día de descanso y tras el largo viaje en autocar desde Aragón, acudió a la Ciudad Deportiva Rafael Gómez para ver los partidos del Córdoba B y el combinado juvenil de División de Honor. Porque sabe que ahí hay chavales que deben ser puntales del Córdoba del futuro inmediato, con él al frente: aunque acaba contrato el 30 de junio, el técnico granadino ha admitido públicamente que se siente comprometido con el proyecto por su empatía con el dueño de la entidad, José Romero.

Un proyecto austero que debe dar más de un coletazo de aquí al 5 de junio, cuando el equipo finiquite el ejercicio en Montilivi. Todavía quedan dos meses, un mundo, para eso. El CCF ya avista el duelo con el Alcorcón -a ver cómo responde la afición el domingo a las cinco de la tarde y sin televisión- y la visita al Villarreal B, dos rivales de perfil medio con 44 puntos. Después afrontará el ciclo de derbis, tres choques a cual más atractivo: Granada y Betis en El Arcángel y Recreativo en el Colombino. Las citas en casa están marcadas en rojo en el calendario por la entidad de los adversarios y los presumibles taquillazos, fundamentales para aliviar la tesorería. Y en Huelva aguarda Asen, santo y seña del cordobesismo entre 2006 y 2010 y verdugo con el Albacete en enero.

En el sprint final esperan el Valladolid -entre semana-, el Albacete, la Ponferradina, Las Palmas y el Girona. La machada de colarse en el play off equivale a renunciar a dos semanas de vacaciones, ya que los cruces a ida y vuelta tendrán lugar los días 8, 12, 15 y 19 de junio.

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