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Sin cuentas no hay junta

  • El CCF desconvoca el encuentro ordinario de sus accionistas apenas unas horas antes de su celebración alegando "un defecto de forma" en la convocatoria · La cita queda aplazada hasta el próxim 30 de enero

Un mensaje a mediodía adelantó la noticia y una nota en la página web del club confirmó a primera hora de la tarde la noticia. El presidente Carlos González suspendió de forma unilateral la convocatoria de la junta general de accionistas prevista para ayer a las 17:00 en el salón de actos de El Arcángel. De manera inmediata, el presidente sustituyó la cita por un consejo de administración que, reunido de urgencia, decidió desconvocar la junta de la tarde al encontrar "un defecto de forma en la convocatoria de la misma que se hizo el pasado 2 de octubre".

En el mismo consejo se acordó fijar como nueva fecha el 30 de enero, aunque en un principio se especuló con que se adelantara un mes, concretamente a la tarde del domingo 30 de diciembre. La medida, tomada de forma apresurada por el propietario del club a poco más de cinco horas para la celebración de la asamblea, provocó el enfado de los accionistas minoritarios de la sociedad, que pretendían escuchar las explicaciones de González en su segundo ejercicio al frente del CCF.

El primer punto del orden del día, y el más importante de la cita, era la aprobación de las cuentas anuales y el informe de gestión de la temporada 2011-12. Con el retraso hasta enero de la junta el Córdoba cometerá una irregularidad, ya que las cuentas de toda SAD deben estar aprobadas antes del 31 de diciembre, aunque en este caso, al aducirse un defecto de forma, éste podría ser un mal menor.

El problema estriba en los motivos de ese defecto. Para su aprobación posterior en la junta de accionistas, las cuentas necesitan estar firmadas por todos los miembros del consejo de administración, algo que ha chocado frontalmente con la batalla legal planteada en los últimos meses entre la actual propiedad y los anteriores consejeros de la última etapa de Prasa al frente del club.

El vicepresidente Antonio Prieto y el secretario Francisco Herrera son los dos señalados, ya que ellos seguían formando parte del actual consejo cuando el informe de los administradores concursales los incluyó en el veredicto de culpabilidad sobre la gestión del anterior consejo. En una situación particularmente incómoda, ambos dimitieron de sus cargos, pero antes no pudieron firmar las cuentas de un ejercicio que González quiere cerrar con el primer superávit en la historia del Córdoba como SAD.

Precisamente, la dimisión de Prieto y Herrera dejaba el consejo de administración bajo mínimos, sin la cifra mínima exigida de siete miembros. Porque el otro punto de interés de la jornada iba a estar en la oficialidad de esas dimisiones y en la aceptación de los nuevos miembros del consejo. Ya sin elementos de la anterior propiedad, Carlos González se aprestaba a nombrar a personas de su total confianza para armar un consejo sin fisuras, aunque por el momento esos planes también quedan aplazados hasta el 30 de enero.

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