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"Con corazón también se gana"

  • Luna recalca la fe de sus futbolistas y el respaldo de confianza que puede suponer el empate final · El técnico omite comentar los gritos de desaprobación de la grada

A Juan Luna Eslava aún se le notaba quebrada la voz justo antes de comparecer ante los medios de comunicación. La celebración del postrero empate aún se registraba en sus pulsaciones.

El de Fernán Núñez entendía a bote pronto que el tanteo hasta ese final era "injusto", aunque "siempre tuvimos la confianza, que han trasmitido los jugadores, de que podíamos empatar el partido".

El choque pudo haber cambiado, claramente, en el minuto 65. Un ariete, Yordi, erró una ocasión clamorosa que él mismo se fabricó, y otro, Agirretxe, metió el 1-2 para la Real Sociedad. Con la tranquilidad de ver a su equipo en la zona media "puede que Yordi hubiera marcado ese gol, pero lo ha intentado. Decidió esa opción y su defensa estuvo muy bien". En todo caso, Luna escoge el camino del esfuerzo individual y colectivo: "Hay que seguir trabajando para que cuando se presente otra ocasión termine en gol".

Los blanquiverdes igualaron cuando el encuentro languidecía y todo parecía abocado a su desgracia. A base de corazón, un factor "básico para poder competir". Luna Eslava, sin embargo, enfatizó que "hemos sido superiores en algunos momentos a un buen equipo como la Real". Eso sí, el duelo tuvo dos mitades bien diferenciadas. "El primer tiempo ha sido bastante igualado, los errores puntuales nuestros han sido donde quizás ellos hayan generado peligro; en el segundo tiempo hemos tenido balón, llegada por banda, hemos finalizado... y cuando mejor estábamos llegó ese otro error nuestro que provocó su contraataque y que se adelantaran", argumentó.

Ahí, en ese tramo definitivo y cuando las fuerzas físicas se confundían con las ganas propias de brindarse un punto de inflexión "quizá sí que haya habido más corazón que otra cosa, pero con el corazón también se ganan partidos".

"A mí no se me queda sabor de victoria", siguió resumiendo el entrenador cordobesista de forma inconformista, sobre todo porque "el trabajo que ha hecho el equipo es como para llevarse la victoria".

Las gradas tuvieron ayer un peso específico en la historia del duelo. Tanto en lo bueno (chillaron hasta el final) como en lo malo (censuraron la labor del equipo en algunos momentos, amén de cargar contra Rafael Campanero y Emilio Vega). Luna prefiere abstraerse de comentar nada a ese respecto: "Yo no puedo pensar en el ambiente, tengo que centrarme en lo deportivo". Sobre todo, porque "el factor psicológico está bastante débil en la plantilla, y lo que hay que hacer es darles ánimos para que estén a su mejor nivel". Buena prueba de la mejoría anímica radica, a su juicio, en el resultado final. Un espaldarazo.

El once inicial reflejaba algunos cambios radicales con respecto a sus dos primeras alineaciones. Las mutaciones dejaron satisfecho a Luna: "Aquí no se improvisa nada. Se intenta que estén todos a buen nivel, y creo que los que han salido han estado a un gran nivel".

En el último tramo de su comparecencia, el entrenador se vio obligado a incidir en las reiteradas muestras de desaprobación de la grada -unos gritos que se percibían incluso durante la rueda de prensa del técnico, debido a la espontánea concentración de aficionados al final del partido- hacia los altos cargos del club: "Me voy a centrar en lo deportivo y no voy a opinar sobre lo que diga la grada".

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