Sporting-Córdoba · la crónica

Una bombona de oxígeno puro (1-2)

  • El CCF rompe su mala racha con una revitalizante victoria que aleja de nuevo el descenso a 4 puntos. Gran lección defensiva y doblete de Pedro.

Hay momentos en los que todo se reduce al resultado. Da igual la forma como llegue, lo importante es que se amarre. Porque cuando la soga aprieta alrededor del cuello, cualquier respiro es válido. El CCF llegó a El Molinón sin margen de error, angustiado, y salió con la sonrisa puesta y algo más que una victoria en el zurrón. El conjunto blanquiverde ganó, sobre todo, en tranquilidad tras unas semanas en una preocupante caída libre que lo había acercado peligrosamente a la zona de descenso, que ahora vuelve a verse fuera de distancia, a cuatro puntos. Un notable rendimiento defensivo y el acierto anotador de Pedro, que simboliza todo lo que le hacía falta a este equipo para abandonar su crisis (léase fe, casta, garra, entrega, solidaridad...), bastaron para noquear a un mal Sporting al que se le están agarrotando las piernas -sólo un triunfo en los últimos seis encuentros- en el momento cumbre de la campaña. Los asturianos ven alejarse el ascenso directo, aunque se mantienen dentro de un play off que sí es real en aquellas latitudes. Porque, afortunadamente, aquí el vestuario ya se ha dado cuenta de que la guerra es otra. Y luego Dios dirá qué depara el futuro... 

El CCF llegó a Asturias sumido en su segunda peor racha del curso, con cuatro jornadas sin ganar que, tras los partidos del sábado, lo habían situado a sólo un punto del descenso. Sólo valía la victoria en un campo hasta la fecha inexpugnable para sacar la cabeza y ver el horizonte de forma más plácida. Había que hacerlo, además, con un once nuevamente remozado por las bajas de tres pesos pesados: Abel, López Garai y López Silva. Dando por hecho los regresos de Raúl Bravo y Xisco, la gran duda estaba en ver la pareja de pivotes que reflejara el ideal de juego. Con Luso y Obiora quedó clara la preocupación por frenar el potente ataque gijonés y hacer daño con rápidas transiciones con los cuatro hombres de arriba. Un patrón conservador que salió a pedir de boca porque las escasas llegadas cordobesistas fueron muy claras y el engranaje defensivo hizo pocas concesiones, sobre todo ante la dupla serbia Lekic-Scepovic que había firmado los siete últimos goles del equipo de Sandoval. 

Los locales salieron más motivados en la primera mitad y se volcaron sobre la meta de Juan Carlos, aunque le costó mucho superar las dos líneas de contención de un CCF muy concentrado en lo que tenía que hacer. La primera ocasión la tuvo Lekic al cuarto de hora, pero su remate de cabeza se marchó alto. El equipo blanquiverde, mientras tanto, esperaba atrás tratando de frenar los envites de su rival. Poco después, de nuevo Lekic lo intentó con otro testarazo a las manos del meta. Justo antes Juanlu había rematado fuera tras un centro de Uli. 

Cristian Bustos, tras una muy elaborada jugada de ataque, remataba a continuación para que se luciera el portero, despejando a córner con una gran intervención. Los aficionados locales veían como las ocasiones y el dominio de los suyos no se traducía en goles. El Córdoba apenas llegaba al área local y el gol asturiano parecía estar cerca en cada acción. A la media hora, Juan Carlos se lució de nuevo ante otro cabezazo de Scepovic que evidenció los problemas de la zaga para defender ese tipo de balones colgados desde los costados. 

Pero antes del descanso, y ante el asombro general, el CCF se estiró para dar en la diana. Tras un intento de vaselina de Uli Dávila que dio en el palo, una buena acción de juego directo iniciada por Bernardo acabó con un envío de Pinillos que Pedro hizo bueno al ganar la espalda a Canella, que ya pensaba en iniciar la acción de ataque. La historia de otras ocasiones volvía a repetirse. Pero había que ver la respuesta de un equipo que otras veces no había sabido mantener su ventaja, sin ir más lejos en las tres últimas citas ante el Lugo, el Sabadell y el Murcia. Pero el subidón de moral antes del descanso fue mayúsculo. 

La segunda mitad arrancó sin cambios, con el Sporting encerrando al Córdoba en su área y buscando el gol, ahora más necesario ya que estaba por debajo en el marcador. Ferrer tuvo que mover ficha y quitar a Xisco lesionado y Sandoval hizo lo propio ante las molestias de Cristian Bustos. El cuadro de Albert Ferrer trataba de perder tiempo, aprovechando que mandaba en el resultado. El equipo asturiano seguía llegando, pero desperdiciaba sus ocasiones. Isma López se precipitó y disparó alto con varias alternativas donde elegir. Apretaban los gijoneses... y golpeó de nuevo el CCF, que otra vez en una acción aislada, buscando al bloque ofensivo de forma directa, encontró la fortuna que se le negó otras veces para ver como un disparo de Pedro se colaba con el desvío de Iván Hernández. 

Este segundo tanto fue un jarro de agua fría para el equipo de Sandoval, que quedó totalmente descolocado a pesar de tener minutos por delante para buscar la igualada. De hecho, Arturo provocó una amarilla para Cuéllar en una contra que salvó el meta con una falta fuera del área. El Sporting encontró resuello en los cambios y apretó de lo lindo, con más corazón que cabeza. En el minuto 81, un buen cabezazo de Lekic se marchó alto por muy poco. El serbio dejó su puesto a Guerrero que iba a recortar diferencias al filo del final del tiempo reglamentario. Los locales trataron de aprovechar los minutos de prolongación para sumar al menos un punto pero el CCF no sólo no sufrió sino que pudo sentenciar al contragolpe.

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