Fútbol · Tercera División

Un año marcado por la desilusión

  • El Villanueva, tras perder el ascenso, sufre los rigores de la crisis económica · El Pozoblanco optó por recuperar la hegemonía con un presupuesto fuerte · El 'B' está condenado a sufrir

El año 2008 no será recordado por ninguno de los tres conjuntos cordobeses del grupo décimo de Tercera por las alegrías que les reportó. Más bien por todo lo contrario. La desilusión y el desencanto han sido generalizados en este año que ya agoniza, pues el rumbo del Villanueva, el Pozoblanco y el Córdoba B ha sufrido múltiples virajes.

EL FRUSTRADO ASCENSO

El combinado jarote sufrió en primera persona el sinsabor de un intento de ascenso frustrado. El Rácing B fue su verdugo. La entidad presidida por José Ángel Martos apostó por un remozado proyecto para intentar regresar a la categoría de bronce por la vía rápida. No lo consiguió tras cuajar una temporada en la que fue de más a menos y estuvo a punto de quedarse fuera del play off. Tras no dar el salto de categoría, la desbandada fue generalizada el 30 de junio.

En el presente curso se dio un giro de timón. Las arcas estaban bajo mínimos, por lo que se confió en futbolistas de la tierra para dar forma a un nuevo equipo, comandado por Antonio Galán. De momento, la jugada parece funcionar en el aspecto deportivo, aunque falta la puntilla. El equipo se está mostrando fuerte en casa, ya que en el Nuevo Municipal el único equipo que ha salido victorioso ha sido el Jerez Industrial, actual colíder.

Pero los rojillos bajan el rendimiento en exceso lejos de Villanueva, un hecho que les ha privado de concluir el año entre los cinco primeros clasificados. Los discípulos de Galán tan sólo han sido capaces de obtener el botín absoluto frente el Córdoba B y Los Barrios, aunque no han logrado enlazar más de dos triunfos de forma consecutiva, lo que les ha condenado al séptimo lugar de la tabla clasificatoria.

Mucho peor anda la cosa en el tema económico. Pese a la política de austeridad impuesta, la plantilla apenas ha cobrado un par de mensualidades. Israel y Ryam Harper ya se han marchado y otros, incluido el técnico, están dispuestos a solicitar la carta de libertad para encontrar acomodo en otro destino antes del final del periodo de fichajes. Así pues, y aunque ya habían sonado nombres como los de Javi Bermúdez o Andrés Armada para reforzar el equipo, todo eso queda en un segundo plano.

EL dinerO NO lo es todo

El Pozoblanco estuvo a punto de arrebatarle la cuarta plaza a los jarotes el pasado ejercicio, pero un punto se lo evitó. La llegada de José Antonio Neva al banquillo había provocado el desembarco de varios jugadores de su confianza, como Pedro Curtido o Pablo Niño.

Tras quedarse a las puertas del play off, la entidad confió en poder recuperar la hegemonía no sólo del Valle, sino también de la provincia para poder erigirse en el referente. Para ello depositó el reto en las manos del propio Neva.

La temporada no comenzó nada bien, pues una plaga de lesiones se apoderó de la plantilla. El técnico pidió refuerzos tras el partido ante el Dos Hermanas en la jornada cuatro, cuando el equipo había conseguido cuatro empates consecutivos. Éstos no llegaron, pero la situación se agravó con la marcha del delantero Luismi, a quien le siguió el preparador gaditano en la sexta jornada. El centrocampista Pablo Niño también puso rumbo al Puerto Real. Gambeta y Gervasio reforzaron el cuadro de Moreno Rosillo, pero la irregularidad ha sido una constante. El tercer mejor presupuesto del grupo se ha reflejado en un triste undécimo puesto. El último duelo ante el Coria destapó las carencias pozoalbenses.

El filial, EN CAÍDA LIBRE

Un meritorio décimo tercer puesto en la pasada campaña contrasta con la posición del Córdoba B en el presente curso. Los blanquiverdes iniciaron hace algo más de un mes una caída en picado y no han puesto medios para frenarlo.

La recuperación de Antonio Pino a principios de año y la de Javi Pérez en la 2008-2009 parecían ser la receta para frenar los males cordobesistas, que optaron desde la dirección deportiva por elaborar una plantilla con jugadores tan sólo de Córdoba con edad muy joven para cumplir con un papel formador y no competidor. Los resultados saltan a la vista.

Marcos, Álex, Troyano, entre otros, se quedaron por el camino antes de comenzar una temporada gris, plagada de sinsabores, ya que los pupilos de Pedrito sólo han conocido el triunfo en dos ocasiones y ha cerrado el presente 2008 penúltimo con 10 puntos, aunque cerca del Antoniano (con nueve). La salvación ya está a siete puntos. El técnico villarrense no encuentra la solución. Tanto es así que ha llegado a poner su cargo a disposición de Fernando Sánchez Corpas Nandi. Estas Navidades, el turrón no está siendo tan dulce para muchos.

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