El Ángel Ximénez-Avia visita este sábado al Anaitasuna (Pabellón Anaitasuna, 19:00) con la firme intención de alcanzar de manera definitiva la zona tranquila de la clasificación de la Liga Asobal. Para ello, el equipo de Puente Genil está obligado a quebrar su racha negativa ante los pamploneses y mejorar sus guarismos de visitante, pues apenas ha puntuado en dos de sus ocho salidas.

La escuadra pontana, que en su último viaje cayó con claridad en la pista del Ciudad Encantada de Cuenca, es consciente de que para no complicarse el futuro tiene que recuperar cuanto antes el buen nivel de juego (y resultados) con el que llegó al parón navideño. Y eso pasa, inexorablemente, por dar un paso al frente en su rendimiento a domicilio, pues igualó en Guadalajara y ganó en Nava de la Asunción, pero cayó en el resto de compromisos.

Con todo, no parece realmente propicio pensar en hacerlo en tierras navarras, pues enfrente aparece un Anaita que en los últimos ejercicios le tiene tomada la medida al Ximénez. Todos los partidos entre ambos de las tres últimas temporadas se saldaron con triunfo pamplonés, entre ellos el disputado en la primera vuelta en Puente Genil (26-33).

A pesar de eso, ambos equipos alcanzar esta jornada 18 en idéntica situación. Viven en la zona media baja de la tabla, con 13 puntos y un colchón de cuatro con los puestos de descenso que ocupan Cangas -visita a otro rival de la zona baja como el Puerto Sagunto- y el Bada Huesca, que no sumará ningún punto ya tras perder el pasado miércoles ante el Barça.

El poder anotador de Juan Castro y el buen hacer del iraní Esteki son los factores a los que se agarra el Ángel Ximénez-Avia para ser optimistas de cara al choque en Pamplona, donde el club local espera contar con gran apoyo de sus aficionados. De momento, ha puesto las entradas a 5 euros. Ahora queda ver cuál es la respuesta ante un partido que puede terminar de marcar el futuro más inmediato de ambos equipos.