El Ángel Ximénez firmó un convincente triunfo en su arranque de la segunda vuelta de la Liga Asobal, tras superar con claridad al Villa de Aranda en un encuentro en el que los hombres de Paco Bustos se mostraron especialmente firmes en tareas defensivas. Para completar una notable actuación, los pontanenses hallaron también buenas soluciones en ataque, merced a la efectividad de la primera línea comandada por un gran Joao Pedro da Silva, que con ocho tantos, resultó clave para doblegar la resistencia del conjunto burgalés.

El partido en su primera mitad no fue nada vistoso. El cuadro visitante optó por ataques pacientes y elaborados al borde del pasivo, topándose con el excelente trabajo del férreo 6:0 local, apoyado por las intervenciones del bosnio Ahmetasevic. Sin embargo, el principal problema de los pontanenses estuvo en ataque, donde un estelar Ricardo Pinto detenía la totalidad de los lanzamientos del Ximénez, lo que provocó que el primer gol local se hiciera esperar hasta el minuto 9, cuando Anderson Mollino perforó la portería burgalesa para situar un pírrico 1-1.

Pese a todo, con el paso de los minutos, los dos equipos se fueron soltando en ataque, un intercambio del que salió ganador el conjunto de Puente Genil gracias a la versatilidad de Joao da Silva para generar situaciones de uno contra uno con las que desbordar a la defensa, y también a la aparición del pivote Javi García, que pese a su lesión en el codo marcó un par de tantos y generó varios siete metros.

Todo ello se tradujo en el marcador con una brecha favorable al equipo pontanés que llegó a ser de cuatro tantos, con un gol de rosca de Mitic que obligó a Alberto Suárez a solicitar su segundo tiempo muerto a falta de ocho minutos para el descanso. El Villa de Aranda contuvo la hemorragia con dianas de Matheus de Novais y Nico López, pero un nuevo estirón de los locales amplió la renta al 12-8 al descanso con un tanto de David Estepa en los últimos instantes.

Ya en la segunda parte, el Ángel Ximénez no bajó el pistón y salió tremendamente enchufado, manteniendo el nivel defensivo y encontrando en los lanzamientos exteriores la fórmula para desarbolar la resistencia arandina. Los tantos de David Estepa, Anderson Mollino y la aparición de un Juan Castro inédito en la faceta goleadora hasta ese momento agrandaron la distancia en el electrónico hasta el 20-12 antes de llegar al ecuador del segundo acto.

Parecía que iba a ser coser y cantar, pero el Villa de Aranda reaccionó tras el último tiempo muerto de Suárez y amenazó con meterse en el partido aprovechando la relajación y el exceso de confianza local. Los pupilos de Paco Bustos se atascaron en ataque, empezando a sumar una pérdida tras otra, aspecto que fue aprovechado por los ribereños para limar paulatinamente la diferencia.

El parcial llegó a ser de 1-5 con los tantos de Matheus de Novais, Cunha y Negrete, pero el técnico del Ángel Ximénez no quería sorpresas y paró el partido para pedir calma a los suyos con 21-18. En ese momento, la templanza de jugadores como Juan Castro y la experiencia de Javi García fueron determinantes para volver a ampliar la ventaja ante un conjunto arandino que buscaba con insistencia a su pivote Javi García para aferrarse a una remontada imposible.

En los últimos instantes, el Ximénez recuperó su mejor versión defensiva, con Ahmetasevic sumando nuevas paradas, ampliando el margen de una victoria clara frente a un rival que, en los últimos minutos, encajó varios goles más para acabar perdiendo por un 28-21, marcador que refleja la clasificación de pontaneses y arandinos y que supone toda una inyección de confianza para el equipo de Puente Genil de cara a sus próximos compromisos ligueros.