Quien pensara que ya estaba todo decidido en el grupo occidental de la Liga Nacional Juvenil estaba muy equivocado. Los representantes cordobeses están dispuestos a dar guerra hasta el final a un Isleño que se ha mostrado intratable en la primera parte de la competición, pero que en el inicio de la segunda vuelta ya ha dado los primeros síntomas de debilidad.

El sorprendente Vital Cabra, recién ascendido tras su título de campeón provincial del pasado curso, se ha destapado como el gran animador de la liga. Su victoria sobre el Isleño -sólo había caído en su visita a Baena-, en un partido abierto que demostró porque ambos equipos son los máximos goleadores del grupo, ha apretado la cabeza de la clasificación con más de una decena de jornadas por jugar todavía. Ahora, los egabrenses se quedan a sólo seis puntos del liderato, que todavía tiene que afrontar salidas comprometidas, como el inminente desplazamiento a Ceuta para medirse al San Agustín. Precisamente, el cuadro caballa será el rival que examinará la próxima semana al Vital en un duelo clave para calibrar las opciones de ambos para seguir en lo más alto.

A la espera de lo que pueda pasar entre los habitantes de la zona noble siguen el Maderas Pérez y el Grupo Pinar. Los dos solventaron sus compromisos con relativa facilidad y vuelven a soñar con engancharse al objetivo con el que arrancaron el campeonato. El otro representante provincial que saldó su encuentro con triunfo fue el Luque, que se impuso en un derbi dramático en Fátima a un Apademar que se descuelga como penúltimo. Sólo el Puerto Real es peor que los verdes.