El asunto de la grada del fondo norte amenaza con prolongarse una jornada más. A pesar de las explicaciones de los políticos, la verdad parece ser bien diferente y un poco más intranquilizadora para los muchos abonados de ese sector del campo.

Ernesto Hita, consejero de Infraestructuras del club blanquiverde, explicó ayer que ve "muy justo" el estado de las obras como para que pueda llegar a tiempo para la tercera jornada de liga ante el Sevilla Atlético.

Hita no quiere "desmentir" tanto a la gerencia de Urbanismo -Andrés Ocaña se comprometió públicamente a que para el día 14 de este mes estaría terminada- como a la empresa constructora -Ferrovial lo ha mantenido-.

Sin embargo, a titulo personal, insiste el consejero en que lo ve "muy justo", pero "me creo lo que dicen".

Los mayores problemas, a día de hoy, radican en "el recubrimiento lo de la visera y la cubierta baja" por un lado y, por el otro, en "la fachada, que va recubierta con una malla de acero perforado y con unas láminas con un producto blanco y verde", los colores de la entidad.

Hita reitera que "las cosas requieren su tiempo", a pesar de que insiste en que todos los involucrados están poniendo todo de su parte para que las obras lleguen a buen puerto en la fecha prevista haciendo horas extras y trabajando en varios turnos (que ya tendrá retraso sobre la anunciada en un principio). Otros problemas que le faltan a esa zona del estadio para estar operativa son los accesos, la limpieza y, por supuesto, la prueba de carga imprescindible para que pueda ser usada sin riesgo para los aficionados.

Así las cosas, los abonados aún no saben (a nueve días del próximo choque en El Arcángel) si nuevamente tendrán que ocupar un asiento que no es el suyo ante el Sevilla Atlético. Y así llevan ya unas cuantas (ya son seis) temporadas.