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Valverde traspasa el liderato

  • El francés Feillu tomó el jersey de líder tras una escapada que coronó Dumoulin y que privó del amarillo al español antes de la contrarreloj de hoy

La tercera etapa del Tour de Francia fue una fiesta para los franceses, con el triunfo de Samuel Dumoulin, del Cofidis, y el liderato de Romain Feillu, del Agritubel, en una jornada accidentada en la que Alejandro Valverde perdió el maillot amarillo.

Valverde cedió el jersey de líder un día antes de lo previsto, la víspera de la contrarreloj de Cholet que empezará a marcar diferencias. Mientras, Dumoulin, un pequeño corredor de 1,59 metros, firmó con victoria una escapada de cuatro ciclistas que abarcó los 208 kilómetros que unían Saint-Malo y Nantes, un trayecto marcado por la lluvia y el viento que no terminó en sprint como se esperaba.

Una caída a 25 kilómetros de meta que le costó la retirada al español Ángel Litu Gómez (Saunier), fracturó el pelotón y algunos favoritos quedaron cortados, como Riccardo Ricco y Denis Menchov, que llegaron a la meta a 38 segundos de Valverde, que terminó junto al resto de la alta jerarquía, a 2.03 del ganador. Un lance que puso dramatismo y emoción en los últimos instantes de una etapa de transición.

Mientras Menchov y Ricco trataban de enlazar con el grupo de Valverde y Evans, Dumoulin se apuntaba la victoria más importante desde su debut profesional en 2002, con un ataque muy lejano que le convirtió en el más veloz de los cuatro fugados.

El francés cruzó la línea con un tiempo de 5:05.27, a una media de 40,857 kms/hora. Superó al estadounidense William Frischkorn (Garmin) y al francés Romain Feillu (Agritubel), que llegó con margen más que suficiente para arrebatar el maillot amarillo a Valverde. Cuarto cruzó el italiano Paolo Longo (Barloworld), a 14 segundos.

El grupo principal se presentó a 2.03 minutos con McEwen y Óscar Freire al mando. Entre ellos Valverde, Evans, Sastre, los hermanos Schleck, atentos en el momento del corte en el pelotón. Menchov, Ricco y Juan José Cobo cedieron 38 segundos que resultarán preciosos en su lucha particular con los candidatos al podio final.

El esfuerzo premió a Dumoulin con la etapa, y a Feillu, que no había soñado antes de la salida con ser el primer maillot amarillo francés desde 2006, cuando vistió esa prenda Cyril Dessel. Un joven de 24 años que hasta abril no pudo entrenar por culpa de una enfermedad parasitaria. En su segundo año profesional, el ganador de la Vuelta a Gran Bretaña 2007 subió al podio en una nube de felicidad.

Valverde ahora es cuarto a 1.45 del francés, pero sigue siendo el primero entre los favoritos. En el Tour de los grandes el murciano llega a la contrarreloj de Cholet con un segundo sobre Evans, 7 respecto a Sastre y Damiano Cunego, 39 sobre Juanjo Cobo y Ricco y 46 por delante de Menchov.

La historia de la etapa empezó a escribirse cuando la caravana del Tour apenas se había alejado de las preciosas fortalezas de Saint-Malo. El estadounidense William Frischkorn (Garmin) se levantó con ganas de destacar y aceleró en cuanto el director de carrera bajó la bandera. De inmediato se le pegaron a rueda el italiano Paolo Longo Borghini (Barloworld) y los franceses Samuel Dumoulin y Romain Feillu, este último el mejor clasificado del desafiante proyecto de impedir el sprint masivo.

Fueron los encargados de animar la tercera etapa más larga de la presente edición, en un esfuerzo compartido con un sueño común en busca de la gloria. El desenlace final de la escapada fue el justo premio para la valentía y el desafío del guión marcado a priori. La víspera de la contrarreloj no fue ningún trámite.

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