¿Se merecen los jugadores del Córdoba unas vacaciones? Sí, como todo hijo de vecino. Otra cosa es que las vayan a disfrutar o no. En buena medida, el solaz navideño será mayor o menor en función del resultado en el partido de hoy, con el que se clausura un año agitadísimo para el cordobesismo. A mediados de junio se produjo una permanencia agónica, que, lejos de suponer un punto de inflexión, simplemente constituyó un eslabón más en una huida a ninguna parte. El equipo despide 2008 en zona de descenso, concretamente cuarto por la cola. Y ahí seguirá a menos que gane hoy y el Eibar y/o el Elche pierdan ante el Sevilla Atlético y el Rayo Vallecano, respectivamente. El rival será el Levante, un conjunto cogido con alfileres en verano y aún amenazado por la alargada sombra de la crisis económica. El pan nuestro de cada día. El que raciona Emilio Vega, quien estará en el palco para analizar si eso que dicen por ahí -o ficha o su proyecto se irá al traste- es una verdad como un templo o un debate que admite discusión.

Luna Eslava debutó con derrota ante el Rayo Vallecano. El bueno de Juan no pudo romper con la herencia de José González, que abandonó el banquillo tras ceder consecutivamente en los desplazamientos a Salamanca y Elche. El duelo con el Rayo, pasado por agua, ofreció los primeros ramalazos del nuevo estilo, con rombo en el centro del campo, más osadía para buscar las bandas y dos delanteros como dos soles, Asen y Yordi. Sin embargo, la carencia de remate continúa siendo la gran asignatura pendiente. Un quebradero de cabeza. Hay que tirar entre los tres palos, y luego ya se verá si la pelotita entra o no.

Luna sólo hizo un cambio en el once previo (Cristian Álvarez por Guzmán) en su estreno, y para esta tarde se prevé algo similar. El de Fernán Núñez espera que sus futbolistas se liberen de toda la ansiedad que llevan dentro. Según Arteaga, en ese vestuario "hay gente que está muy involucrada en el club y siente mucho los colores". Tanto, que se les han aflojado las clavijas ante el temor por un hipotético descenso.

Con Raúl Navas como uno de los porteros más indiscutibles del mundo, acaso la única modificación se produzca en el lateral derecho. No se contempla que Ceballos, ex del Levante, sea abucheado por la grada del Ciudad del Valencia, como ocurrió con Mario en el Martínez Valero. El madrileño ha sido descartado, al igual que Fernando López. Pablo Ruiz no ha sido incluido en la lista para que termine de recuperarse en el parón, al tiempo que Katxorro y Carpintero -pilar azulgrana un lustro atrás- permanecen en el dique seco.

Ceballos estará acompañado por Gaspar, Pierini y Rubén. Que saliera Aurelio -y por tanto gozara de sus primeros minutos- para proteger un marcador favorable sería una señal magnífica. Por delante, Endika o quizá Ito, quien se ha visto relegado por el bermeotarra. La función del pivote es esencial en un esquema renovado, pues Javi Flores ya no ejerce como mediocentro, sino como mediapunta. Puro y duro. El cordobés, a medio gas durante la semana por una sobrecarga muscular, debe encender el farol que alumbre el camino.

En la expedición que ayer llegó a Valencia en autocar están Cristian y Arteaga, por ahora los interiores titulares en detrimento de Guzmán y José Vega. También Gastón Casas, quien vuelve a acechar a Asen y Yordi. Y Pepe Díaz, el almodovareño eléctrico pero gripado.

Enfrente estará un Levante sin Geijo. Todo un alivio. Como ya sucedió con el Rayo, que se presentó en El Arcángel sin Aganzo, el oponente no cuenta con su máximo goleador. Eso hay que aprovecharlo.

Además, está por ver el rol que asume el árbitro. Hevia Obras tiene un tic: echarse la mano al bolsillo. Y debe poner paz entre los dos equipos más tarjeteados de Segunda. Se anuncian chispas. ¿Incendio?

El Córdoba dice adiós a este desquiciante 2008 hoy, sábado, con la tele como testigo. Como en casi todas las citas de esta tétrica temporada. Un domingo, el día 4, iniciará su empinada cuesta de enero contra la Real Sociedad. Pero eso será otra historia. Incluso otro año.