Alberto Contador afirmó tras proclamarse vencedor del Giro de Italia, que este triunfo había sido moralmente más importante que revalidar su pasada victoria en la ronda gala. "El Tour ha sido un antes y un después en mi vida, pero este año el Giro tiene un sabor especial y moralmente ganarlo es más importante que revalidar el título del Tour", dijo con rotundidad.

Así lo aseguró el corredor de Pinto tras la victoria de un Giro al que no llegó en el mejor estado de forma. Contador dijo que "sólo cuando he cruzado la meta en Milán he estado seguro que había ganado el Giro, aunque reconozco que empecé a ver que tenía posibilidades de victoria tras la difícil decimoquinta etapa", que concluyó en la Marmolada. Sin embargo, el ciclista madrileño agregó que ganar el Tour el año pasado "fue mucho más difícil, ya que llegaba más muerto a la meta que aquí".

La etapa más dura, según aseguró Alberto Contador, fue la séptima con final en Pescocostanzo. "Fue un final duro en el que llegué con Di Lucca, Riccó y Piepoli y allí empecé a tener más confianza y decidí seguir adelante".

El madrileño, además, aseguró que "no siento algún resquemor por haber ganado el Giro sin haberme adjudicado alguna etapa, sobre todo teniendo en cuenta en la condiciones físicas en las que me encontraba cuando llegué".

Contador también quiso puntualizar que "no me siento un ganador sorpresa, pues las sorpresas ya se han dejado atrás y ahora soy favorito en cualquier carrera que dispute". A pesar de ello, reconoció que no esperaba ser el segundo español en conseguir la ronda italiana. "Nunca me pude imaginar que sería yo el sucesor de Indurain", aseguraba el madrileño, que añadía simpáticamente que cuando el navarro ganaba los Tours "yo aún jugaba a las canicas".

Finalmente, Alberto Contador habló de la decisión de los organizadores del Tour de no invitar a su equipo, el Astana. "Respeto su decisión de no invitarnos, pese a que no la comparto. No pienso que cambien de opinión".